Mauricio Pellegrino sabe que partido a partido se comienza a jugar su tranquilidad (y su futuro) en Universidad de Chile. La caída frente a O’Higgins, de manera estrepitosa, hizo tambalear su proyecto. El propio argentino lo reconoció en conferencia de prensa, al momento en que asumió la vergüenza deportiva tras 2-5, en el Santa Laura.
“Estos resultados lo cambian todo. El técnico es la cara visible de la institución, es responsable de ciertos aspectos, pero el resultado nos avergüenza y le pedimos disculpas a nuestra gente”, dijo argentino, con un rostro visiblemente abatido. “Soy el responsable de las cosas buenas y las malas. Los jugadores y la institución también. Esto no tiene más explicación que la anímica: el equipo recibió el golpe y dejó de creer en lo que hacemos y eso no puede pasar”, cerró.
Lo cierto es que Pellegrino asume la urgencia de levantar el nivel de su equipo. Y más allá de reforzar las charlas individuales en el Centro Deportivo Azul, el estratega no quiere dejar al azar ningún detalle para no sumar su quinta derrota consecutiva. ¿Su último deseo? Quiere salir del Estado Santa Laura para el partido contra Curicó, que se jugará este lunes, a las 20.30 horas, según información recabada por El Deportivo. Al DT no le gustó el estado del césped del reducto de Independencia, en lo que se enmarca en una lucha en que los azules vienen dando hace varios meses.
Frente a tal escenario, Pellegrino le pidió a Manuel Mayo, el gerente deportivo de la U, que mueva el compromiso al estadio Elías Figueroa Brander, en Valparaíso. El DT cree que la cancha de Valparaíso está en mejores condiciones y que con un césped más parejo, el equipo que entrena en La Cisterna volverá a recuperar la línea de juego que exhibió en la parte final de la primera rueda del Torneo Nacional.
El pedido de DT, sin embargo, incomoda en la concesionaria. Porque más allá de su intención válida de querer buscar las mejores condiciones para poder desarrollar su estilo de juego, en la U lo ven como un gasto extra para la planificación inicial. A comienzo de temporada, Azul Azul firmó un millonario contrato con Unión Española para asegurar el Santa Laura por la temporada 2023, que bordea los $400 millones anuales.
El episodio se suma a una serie de encontrones que viene sosteniendo el técnico con la plana mayor de Azul Azul. El último es un factor clave, porque era una de las vías para revertir meses turbulentos. El técnico se ha quejado por la falta de incorporaciones. Después de la derrota frente a Palestino, de hecho, hubo un duro cruce entre el técnico y Mayo. Había pedido dos refuerzos, pero se topó con la respuesta categórica: “no hay dinero”. Las ausencias de los laterales izquierdos Marcelo Morales y José Castro le hizo explotar. Mayo pagó las consecuencias, pues le correspondió escuchar la molestia del entrenador. Si buscaba enemigos, eligió mal: Mayo y Clark son los únicos directivos con los que mantiene una comunicación fluida.