Mauricio Pellegrino fue uno de los afectados por los hechos de violencia en Concepción. El DT de Universidad de Chile estaba muy cerca de donde cayeron las bengalas y bombas de estruendo en el Clásico Universitario. “Ya se ha dicho todo. Solo rescato lo que era la fiesta antes de los momentos complicados”, declara a TNT Sports.
El estratega prefiere no profundizar en los incidentes. Valora el comportamiento de los hinchas que sí tenían intenciones de ver un partido de fútbol. “Este es un campo precioso, hubo un montón de gente que esperó hasta el final y pudo salir en paz”, sostiene.
También se refiere en buenos términos a algunas personas de la organización. “Hay mucha gente implicada. El alcalde y los funcionarios del estadio, que quisieron hacer las cosas bien. Eso lo pongo en valor. Ojalá que aprendamos de estas cosas. Era una buena fiesta. Nos merecemos respeto”, agrega.
Para cerrar, el argentino indica que es complejo poder levantar un encuentro de esta magnitud, lamentando que luego finalice suspendido. “Cuesta mucho hacer un espectáculo. Deberíamos tener conciencia de eso. Fue una sorpresa cuando cayó la bengala cerca. No hay mucho más que agregar”, dice.
La palabra de Clark
Quien si profundizó en los incidentes fue el presidente de Azul Azul, Michael Clark. “Como clubes podemos tener las imágenes y aplicar los códigos 101 y 102, pero si no abordamos el problema, no vamos a avanzar. Debe volver la fuerza pública al estadio. Es básico que se tomen detenidos, se procesen y se cumplan condenas. No puede ser tan fácil saltarse las sanciones. Algunos con prohibición entran al estadio y no les pasa nada”, asume.
El dirigente sostiene que en Universidad de Chile están dispuesto a trabajar desde esta semana en cualquier mesa de trabajo. “Nos hemos preocupado de cumplir con protocolos, damos las señales. Los clubes viajamos juntos hacia acá. Pero esto se nos escapa. Esta gente no viene a ver el partido. Debemos sacarlos del estadio”, indica.