El clásico de Unión La Calera y San Luis de Quillota sorprende hoy a los vecinos (las ciudades están situadas apenas a 14 kilómetros) en situaciones contrastantes en la tabla, aunque con rendimientos recientes que igualan sus posibilidades; los cementeros acumulan cinco derrotas consecutivas, pero aún así están luchando por un cupo en la Sudamericana, mientras que los canarios marchan colistas, aunque con posibilidades de escapar del descenso en una arremetida final, que debería comenzar obligadamente hoy. Más espacio no les queda.
El ariete Mauro Caballero es el goleador quillotano, con ocho tantos en 23 partidos, cifra significativa si se considera que su escuadra apenas se ha abrazado en 21 ocasiones en el torneo. En ese contexto, el paraguayo, de 24 años, analiza el momento crucial que enfrenta su equipo y el escabroso proceso que ha incluido a tres técnicos: Miguel Ramírez, Diego Osella y Mauricio Riffo.
¿Cuáles son las razones de la angustiosa posición de San Luis?
Son muchas. Al principio veníamos jugando bien, pero no conseguíamos los puntos que nos merecíamos y por eso se fue el profe Miguel. Luego vino Osella y, por momentos, jugamos partidos interesantes, pero no supimos cerrarlos y los perdimos en el último minuto. Es una sumatoria de pequeños detalles que nos tienen es esta situación. Ahora el profe Riffo está resaltando más la parte psicológica para levantar al grupo. Todos nos daban por muertos y no es así, estamos a dos o tres puntos de otros. Si ganamos dos partidos dejamos a muchos equipos preocupados.
A nivel personal, su registro parece atractivo...
He alcanzado uno de mis mejores momentos desde que llegué a Chile. Independientemente de quién sea el entrenador, siempre he trabajado por estar bien, mejorar en mi nivel y ayudar al equipo. Y tanto Miguel como Diego me ayudaron bastante en algunos puntos específicos de mi posición y por eso me voy sintiendo cada día mejor. Ya he encontrado el gol, se me abrió el arco y eso es importante para un delantero.
Eso contrasta con lo que le ha sucedido a su equipo.
Bueno, estoy muy agradecido de San Luis, me abrió las puertas, pero yo quiero más aún. El rendimiento que he alcanzado es del sacrificio del día a día que nadie sabe. Por ejemplo, el entrenamiento invisible que hago, en donde entreno un poco más y hago cosas que otros no hacen. Mientras algunos duermen, yo trabajo. Esos pequeños detalles van sumando y a la larga cuentan en los partidos.
Aparte de su natal Paraguay, pasó por Portugal, luego por Palestino y hoy está en San Luis, ¿Cómo se ha sentido en Chile?
A los 17 años salí solo de mi país, cuando el Porto me abrió las puertas. Me fui muy joven a aprender a Portugal durante cuatro años. No fue fácil al inicio, pero me supe adaptar bien. Tuve un buen rendimiento, pero por problemas familiares quise venirme más cerca de ellos para estar acompañándolos y dándoles mi apoyo, por eso vuelvo a Paraguay. Luego aparece la opción de Palestino, que lo había seguido por la Copa Libertadores. Estuve seis meses en Palestino y cuando terminó la temporada me llamó el profe Miguel y me dijo que quería contar conmigo para el desafío de San Luis y me gustó mucho el proyecto. El club me ha gustado bastante desde el primer día y me dan todas las facilidades para estar en un buen nivel.
¿San Luis tiene calidad para ser un equipo de Primera?
Sí. Es normal que se dude de que los jugadores no estemos preparados para Primera División, porque estamos últimos, pero no, hay jugadores muy profesionales, dirigentes profesionales y con un complejo maravilloso, instalaciones buenas y gente muy seria. Tenemos todo para estar en Primera, solo que no nos han acompañado los resultados en los momentos que debíamos ganar.
¿Y usted tiene la calidad para quedarse en Primera?
Sí, creo que sí. Me merezco estar en Primera y capaz que algún día llegue a un equipo grande de Chile o se dé la oportunidad de volver a Europa, que es mi intención a largo plazo.
¿Se proyecta en algún equipo grande en específico?
No, yo trabajo para estar en un equipo grande y cualquiera que sea, bienvenido. Seguramente si hay una posibilidad no lo pensaría dos veces. Si no se da, estaría concentrado en San Luis y si no, buscaría otra opción en el exterior. Eso se verá en su momento. Ahora estoy enfocado en terminar bien la temporada, anotando todos los goles que pueda y ayudando a mantener al club en Primera, que es la tarea de todos.