Maximilian Scheib (24 años) inicia hoy en Australia el mayor desafío de su carrera. El piloto ya era el primer chileno en correr una fecha del Mundial de Superbike, pero ahora el desafío es mayor: competir toda la temporada en el equipo Orelac Racing.
¿Cómo está para el desafío?
Tranquilo, contento y entusiasmado. Se viene el año más profesional de mi carrera, desde que comencé en 2009. La meta está más que cumplida. Con respecto al medio chileno ya hice mucho, porque hay poco entusiasmo en este motociclismo. Ha sido súper difícil llegar donde estoy, casi como una misión imposible.
¿Se pone un objetivo?
Mi equipo tiene claro que el Mundial tiene gente experimentada, entienden que es un campeonato de mucho nivel. Como piloto debutante las aspiraciones son un poco light. Tenemos un año de adaptación y me tranquiliza. Cualquier resultado suma experiencia.
¿Será, entonces, un año de aprendizaje?
Tomarlo así es muy bueno, porque vas sin presión. Sales a la pista a disfrutarlo, es una de las claves del deporte.
¿Espera dar la sorpresa?
Estoy convencido que alguna carrera haremos. Tengo el plus de que conozco los circuitos. Desde el 2015 los fui conociendo, además en 2017 y 2018 corrí con Aprilia en la antesala del Mundial de Superbike, en otra categoría. Una buena aspiración es ser top 10.
¿Cómo se interesaron por usted?
Fue de la mejor manera, porque ellos me llamaron. Es muy diferente cuando tienes que ir a tocar la puerta. Tuve la suerte de que se fijaran en mi. Fue por ganar el Campeonato Español, que al fin y al cabo es como un europeo. Fue sorprendente. Tenía cerrado para correr otro año en el Español y de un día para otro el dueño de mi nuevo equipo, José Calero, me contactó por Facebook.
¿Qué le genera pasar de un nacional a un mundial?
Mi sueño era correr el Mundial de Superbike, partamos de esa base. He tenido la posibilidad de ir a muchas carreras de MotoGP; estuve en el circo del Superbike y me gusta más este campeonato. Es más familiar. Para el piloto es más entretenido, porque en MotoGP están escondidos. Valentino Rossi no puede caminar sin que la gente se tire encima. Acá el cinco veces campeón del mundo pasea con sus dos hijos.
¿Le sirvió haber corrido unas fechas el año pasado?
Ir a una carrera sin preparación previa fue súper arriesgado. Si lo veo maduramente, a nivel deportivo no debería haberlo hecho. Iba a un equipo que se estaba retirando del Mundial. Corrí con las últimas migajas y se rompió el motor en la segunda carrera. La moto no estaba a la altura, pero se portaron de lujo conmigo.
¿Fue un error?
No, me di a conocer, estuve en Argentina y lo pasé increíble. A nivel deportivo sí fue retroceder, porque a un Mundial tienes que ir a mostrarte, a deslumbrar. Ahora estoy cumpliendo mi sueño: viajar con dos meses de anticipación a hacer pretemporada, entrenamientos y circuitos que conozco, no una fecha suelta.
¿Tiene alguna cábala o rutina antes de correr?
Me pongo mis audífonos y me quedo solo. No me reconocen, porque me pongo en un estado de mucha concentración. Al final, sonará egocéntrico, pero esto es motociclismo y debo preocuparme de mi.
Suena solitario, pero igual hay un equipo detrás.
Al final siempre se transforma familiar, se preocupan de hacerte sentir bien, es la gente con la que vas a estar toda la temporada o años. Siempre me pasa que somos amigos. Ahora voy a España y voy a ir a ver mi ex mecánico. Siempre mantengo esas relaciones, porque al final ellos sufren, lloran y celebran contigo.
¿Por qué en Chile no parece haber mucho interés en el motociclismo de velocidad?
Tenemos mala base. No hemos incentivado el motociclismo en los niños. Es difícil sin una buena base. Además de que hemos tenido problemas en todos los circuitos, menos en La Serena y Temuco, pero en Santiago no tenemos donde correr. Codegua tenía proyección, pero al final pasó lo mismo que en las Vizcachas, con reclamos y cosas. En Argentina hay un circuito por ciudad y puedes ir con el escape libre, aquí te obligan a usar un restrictor. Estamos a años luz de ser un país tuerca.
¿Por qué dice eso si hay campeones del Dakar y mundiales de rally?
El motocross y el enduro sí tienen una base. Cuando era niño lo hacía con cuatro o cinco años, entonces le da otra pasión a la gente. Eso no pasa en el motociclismo de velocidad.
¿La experiencia del motocross le sirve en la velocidad?
De ahí viene mi coordinación. La capacidad de aprendizaje y un montón de cosas que se forman desde la base y que pasan a ser innatas. Hoy las motos son súper electrónicas y llevan el registro de cada segundo, entonces después me dicen: '¿cómo frenaste con tanta inclinación?' o '¿cómo hiciste ese movimiento?', y son cosas innatas.
¿Le gustaría volver a la tierra? ¿O correr un Dakar?
No me veo en el Dakar, pero sigo entrenando mucho de motocross. En España me están esperando con una moto así para mantenerme activo y no gastar tanto. Me gustaría volver a correr motocross en Chile, pero como hobbie. Muchos me pueden ganar y es un reto. Me gusta el progreso en el deporte.
¿Cuántos años espera estar en el Superbike?
Espero que por lo menos cuatro. Depende de mi rendimiento. Mi contrato es por un año y así son casi todos los de Superbike.