“Me dio la formidable idea de jugar más por las alas”: la inédita carta de agradecimiento de Fernando Riera a un periodista alemán tras ganarle a Italia en el Mundial del 62

La vida de Gerhard Bahr, exnotero alemán de dilatada trayectoria, se pasó entre aviones y grandes eventos deportivos por el mundo. Por eso, no fue extraño verlo con su pluma y cámara en el mundial de 1962, un evento conocido para él, pero no menos apasionante de cubrir por la realidad que vivía el continente.

El alemán, exaviador, se paseó por todo Chile, como reportero y también como “consejero” de lo que él creía importante. Asistía a concentraciones, partidos y eventos sociales donde podía registrar cada detalle. Fue así como llegó a meterse en el alma de la “Roja” y en la cabeza del DT nacional Fernando Riera. “No está muy claro en qué contexto se dio, ni dónde ocurrió, pero hay un documento histórico que debería estar en un museo”, cuenta Gonzalo Escobedo, coleccionista y cofundador de la casa de subastas chilena Dream Auctions, quien entrega a El Deportivo una carta que posteriormente fue publicada en un libro alemán en el que participó Bahr.

En efecto, con fecha 6 de junio de 1962, Fernando Riera, a través de una carta certificada y entregada en el hotel Santa Lucía, el estratega de la Roja, le daba las gracias a Bahr por haberlos hecho ganar el histórico partido con Italia. Ese duelo, en el que la Roja se impuso a los europeos por 2-0, con goles de Ramírez, a los 73′, y Jorge Toro, cerca del final, hoy cumple 60 años.

En la misiva, se lee: “…agradecerle sinceramente la ayuda que Ud. me ha brindado en el partido con Italia, dándome la idea formidable de jugar más por las alas y no en el centro. Esta idea suya ha determinado nuestro triunfo”.

El partido estuvo marcado por la tensión. ¿La razón? El reportaje publicado en el país europeo, previo a la Copa del Mundo, donde hablaban de Chile como “el país de todos los males posibles”.

Para ser precisos, el periódico Il Resto del Carlino publicó lo siguiente: “Esta capital es el símbolo triste de uno de los países subdesarrollados del mundo y afligido por todos los males posibles: desnutrición, prostitución, analfabetismo, alcoholismo, miseria... Bajo estos aspectos Chile es terrible y Santiago su más doliente expresión, tan doliente que pierde en ello sus características de ciudad anónima”. Midiendo las posibles consecuencias de la afrenta, los jugadores peninsulares entraron a la cancha repartiendo flores a la tribuna, las que fueron devueltas de las gradas.

Un par de días después, el reportero, que fotografió todo el torneo sin la premura del día a día, aparecía en las páginas del diario Austral como la estrella y mascota de nuestro gran orgullo mundialero. También predijo que la Roja le ganaría a Rusia (lo que finalmente ocurrió), en los duelos de los cuartos de final del certamen.

“Ojalá exista alguien que haga un trabajo de recuperar este patrimonio. Hay cientos de publicaciones extranjeras que de seguro nos harán dimensionar en su justa medida el gran orgullo que significó haber organizado un mundial tan emblemático. Y así romper mitos de gente que aún no valora lo que hicieron ese grupo de héroes”, concluye Escobedo.