Gabriel Batistuta, uno de los mejores centrodelanteros del fútbol argentino, tiene un aprecio especial por Marcelo Bielsa. Con él coincidió en Newell’s, institución a la que Bati llegó a realizar su etapa formativa. Posteriormente, compartieron en la selección argentina, la cual el adiestrador dirigió entre 1998 y 2004.
En la albicileste ambos vivieron uno de los momentos más dolorosos en la historia del balompié de ese país: la eliminación en la fase de grupos de la Copa del Mundo Corea-Japón 2002. “Un momento tristísimo. Éramos la Selección que debía ganar el Mundial. Había arrollado en las Eliminatorias; éramos candidatos”, dice Batistuta. Desde ese momento, pasaron casi 20 años sin ver a Bielsa.
Un lindo reencuentro con una persona que aprecia
Batigol, campeón de la Serie A con la Roma en 2001, recordó el sorpresivo reencuentro que tuvo con el DT rosarino hace algunos años. “Hace poco, estaba en un hotel del centro de Buenos Aires. Bajé para desayunar, tenía un vuelo más tarde. Salgo de la puerta del ascensor y estaba ahí (Bielsa). Una de las sorpresas más lindas que tuve en los últimos tiempos”, comenzó contando un emocionado Batistuta a Telefe.
El exdelantero reconoce que le debe mucho en su carrera al estratega que posteriormente dirigió a la Roja: “Bielsa fue el que me educó a mí, fue el que me enseñó a entrenar en los días de lluvia, que si metíamos tres goles en un partido al siguiente había que hacer cuatro, entrenar si hacía frío o si era pascua; la vida del profesional del fútbol”.
Eso sí, el nacido en Santa Fe dice que en un principio no se animó a ser tan efusivo: “Le dije algunas cosas. Lo saludé, pero estaba reunido con una persona. Me fui porque me di cuenta de que tenía una reunión”.
Sin embargo, luego se dio la instancia para un reencuentro más emotivo tras casi 20 años: “Me fui a desayunar. Al rato le digo ‘no puedo no darle un abrazo’. No hablamos nada de fútbol, le dije que lo estimo mucho; lo que siento”.
Batistuta logró, incluso, que Bielsa se emocionara: “Medio que lagrimeó, porque él también me dijo ‘Bati, yo también lo admiro mucho’. Fue muy emotivo. Me gustó decírselo, porque si no lo hacía, me hubiera perdido ese momento”, cerró.