25 frases inolvidables que deja Marlene Ahrens
Como deportista activa y luego ya retirada, la medallista de plata en Melbourne 1956 heredó varias reflexiones respecto de su carrera y del desarrollo del deporte nacional.
Marlene Ahrens encarnó la definición de deportista en plenitud. La única mujer chilena que ha obtenido una medalla olímpica, la presea de plata en el lanzamiento de la jabalina en Melbourne 1956, fue también exitosa en las otras disciplinas que practicó: la equitación y el tenis. Sin embargo, el legado de la penquista es mucho más profundo. Cada una de sus declaraciones reflejaba mesura y coherencia, pero, sobre todo, el inmenso amor que sentía por la actividad física, que practicó hasta poco antes de su partida.
Esta es una selección de sus 25 mejores frases, algunas de las cuales forman parte de la memoria colectiva del deporte chileno:
- “Me dejaron un escrito que tenía que contestar. Me preguntaban cuántas horas entrenaba al día; cómo dividía mis horas; cómo me alimentaba. Yo contesté todo, no tenía entrenador. Sólo el fin de semana. El resto de los días entrenaba sola durante una hora. No me creyeron y me mandaron a llamar para decirme que era una encuesta seria. Les dije que era la verdad. Yo entrenaba a mi manera, a la ‘brutanteca’”.
- “En la mañana del día 28 fuimos a las series clasificatorias para hacer la marca mínima requerida y, a las seis de la tarde, competimos por las medallas. En la final, teníamos tres intentos cada una y después, las seis primeras, tres más. Las jabalinas llegaron selladas a la pista, con sus empuñaduras albas porque estaban nuevas. Mientras esperaba mi turno para el penúltimo intento, me di cuenta de que la checa Dana Zatopekova siempre tiraba con una de mango más gastado, pero no, había llevado un polvo para refregarla y evitar que se le resbalara. Algo permitido, en todo caso, pero a nadie se le ocurría. Entonces, cuando pude, me apoderé de esa jabalina”
- “A los deportistas hoy les tienen psicólogo, masajista, entrenador y andan por el mundo compitiendo y van adquiriendo cancha. En cambio yo no tenía eso, yo competía y listo hasta el próximo sudamericano no más”.
- “Ojala hubiera más Elías Figueroa, por algo le dicen “Don Elías”. Fue por 20 años primera figura en el fútbol y me dio indignación cuando no lo nombraron el Mejor Deportista del Siglo”.
- “Eligieron al ‘Chino’ (como mejor deportista del siglo XX) que no hacía ni dos años que estaba en esto, y que fue primero sin ganar un Grand Slam. Se trataba del mejor del siglo, no de los últimos dos años. En cambio, Elías Figueroa, por más de 20 años, fue primera figura en el fútbol y reconocido por Brasil, en un deporte tan competitivo como el fútbol. ¿Yo? No. No se puede comparar el esfuerzo del fútbol con lo mío”
- “Un currículum deportivo y personal intachable, necesariamente. El abanderado (de Chile en unos Juegos Olímpicos) no solamente debe reunir méritos deportivos, tampoco puede dar un mal ejemplo fuera de una cancha… ¿Se acuerda del Chino Ríos cuando puso tantas condiciones y al final no lo fue? Bueno, de él, un muchacho muy especial, no me extraña. Y lo de Érika me parece correcto porque es sacrificada, tiene una gran trayectoria, irá a sus cuartos juegos. Voté por ella porque lo merece, aunque es difícil para las maratonistas”.
- “Me eligieron abanderada, lo cual fue un gran orgullo, y no comprendo que haya gente que en un momento dado haya sido elegida y se niegue, porque yo creo que la patria está por sobre todas las cosas”.
- “Yo competía con tanto orgullo por estar defendiendo a mi país que cada vez que fui a una competencia lancé como dos o dos metros y medio más de lo que había logrado en los entrenamientos”.
- “En mi mejor momento deportivo, lanzando más que el récord panamericano en los entrenamientos, me suspendieron un año porque un reportero puso en boca mía cosas que yo no dije”.
- “Estaba pololeando con mi marido y habíamos ido a un paseo familiar; yo estaba tirando piedras en la playa de Cachagua y él me vio lanzarlas. Al regreso del viaje le dijo al entrenador del Club Manquehue que en mí había una lanzadora innata”.
- “Paré en seco a un dirigente, por lo que hoy sería catalogado como acoso sexual. Fui a hablar con el presidente del Comité Olímpico para estampar mi reclamo, porque dos atletas más habían sido molestadas por esta persona. En esa reunión me pidieron que me callara, porque si hacía pública la denuncia, sería muy grave para el olimpismo”.
- “El presidente del Comité Olímpico (Alberto Labra) tenía sangre en el ojo conmigo. Todo porque cuando fuimos al Panamericano de Chicago 1959, él se sobrepasó y yo lo frené. Por eso, cuando él salió elegido, se agarró de esas declaraciones y no hubo caso”.
- “Me suspendieron por un año en víspera de los Juegos, por unas declaraciones que salieron en el diario Clarín y que yo desmentí. Le pedí al periodista que fuera a la federación para que dijera lo que señalé y lo qué él reprodujo. Igual me castigaron”
- “Me llevaron en noviembre a las Olimpíadas y salí segunda. O sea que en verdad entrenamiento tuve muy poco, pero a mí nadie me dio boleto. Volví de la Olimpíada y me metí a otros deportes”.
- “Yo me quedaba en el campo con mi hija. Así que entrenaba allá. Me busqué un lugar en el parque, que tuviera la distancia necesaria, que no me molestaran los árboles y todos los días me ponía a lanzar. Mi entrenamiento consistía en lanzar, lanzar y lanzar”.
- “Con Julio (Martínez) se armó una amistad. Fue a Australia cuando competí, fue el único periodista chileno que cubrió las Olimpíadas en Australia… ¡Julio estaba tan chocho con mi medalla! Siempre me entrevistaba, y cuando la Federación me suspendió por un año, fue a mi casa a ver qué había pasado”.
- “Todos mis viajes los pagué con medallas de oro”
- “No sé lo que pasa en el atletismo, estoy tan alejada... Lo único que veo es que les pagan una brutalidad de plata, los apoyan y viajan por el mundo. En mi época, si me hubieran dado boleto habría salido campeona mundial con un poco de entrenamiento”.
- “Me retiré (del Comité Olímpico, del que fue vicepresidenta entre 2000 y 2002), porque había cosas que no me gustaban. Cuando les preguntaba por las platas, se molestaban y hacían cosas, como que a una boleta de 40 mil pesos le ponían un 1 delante y se echaban 100 mil pesos al bolsillo. Luego, cuando hubo un recibimiento a unos militares que fueron campeones mundiales en Italia, pregunté cuánto costó el cóctel y se molestaron. Ahí decidí no seguir”
- “Me gustaría que me recordaran como una persona a la que siempre le gustó trabajarle a la verdad. Me cargan las cosas falsas”
- “Jugué hockey hasta los 4 meses y medio de embarazo más o menos. Después que nació mi hija me puse a jugar de nuevo. Para la Pascua de ese año, entre mi marido y mi padre me regalaron una jabalina que habían encargado a Estados Unidos”.
- “Me metí al tenis y en dos años estaba en escalafón nacional”
- “Estar entre los mejores del mundo representando a su país, entre miles de deportistas conviviendo en una villa olímpica, es una experiencia maravillosa. Lamentablemente, es un evento que sólo podemos disfrutar cada cuatro años. En mi caso, haber sido la primera mujer chilena en marchar con nuestra bandera en dos ocasiones seguidas es un gran orgullo, y haber obtenido una medalla, otro orgullo. Y lo de la única mujer en subirse a un podio, no lo pienso mucho, con tanta actividad casi ni me acuerdo. Pero es comprensible que me lo recuerden siempre, aunque no le encuentro el chiste. No ando pensando en mi logro de subcampeona olímpica”
- “Se suponía que para esos Juegos (Roma 1960) debería haber estado en mejores condiciones, más madura ya con 27 años, pero no quería ir porque no me preparé bien. Estaba esperando a mi tercer hijo, teniendo una pérdida, entonces dejé de entrenar, lógicamente. Sicológica y físicamente estaba mal. Pero la Federación Atlética y el COCh querían llevarme como fuera.
- “A nuestros deportistas más jóvenes, especialmente, a quienes desconocen nuestra historia, les digo que en Melbourne nos fue muy bien. Como nunca, obtuvimos cuatro podios, una marca no igualada. Además de la mía, los boxeadores Ramón Tapia, Carlos Lucas y Claudio Barrientos lograron una de plata y dos de bronce”.
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