Christian Garin se mete en un pozo. Sin fondo, al parecer. El tenista chileno, quien alguna vez alcanzó el 17º casillero del ranking ATP, hoy no logra levantar cabeza. Del Challenger de Tampere, uno de los certámenes en los que se inscribió para iniciar la recuperación en el escalafón mundial después de una ausencia por una fractura costal, se va con una enorme decepción. Del torneo se va en los octavos de final, sin la posibilidad de sumar unidades que resultaban valiosas para su propósito.
El Tanque estaba sufriendo una derrota dolorosa frente al tunecino Mohamed Aziz Dougaz, quien figura en el casillero 241 de la clasificación mundial. Es decir, un rival que en teoría estaba perfectamente a su alcance. Sin embargo, nada resultó como, seguramente, proyectaba el Tanque. Al africano le bastó un quiebre en el primer juego para desestabilizar al chileno. Otro rompimiento, en el octavo game selló la manga.
Una paliza
En el segundo parcial las cosas fueron aún peores. Dos quiebres contribuyeron para redondear un marcador parcial poco honroso: 4-0. Fue en ese momento, con el partido ya demasiado cuesta arriba, que el ariqueño determinó ponerle fin a su participación en el encuentro. “Me voy a la casa”, se le escucha decir a la raqueta nacional en el camino hacia la silla, ya con la decisión adoptada.
La molestia no era casual. Había cometido una doble falta que le había permitido a Aziz quedarse con el cuarto juego en línea en ese parcial. Aunque aún le quedaba margen para intentar una reacción, habría bastado que su rival conservara el servicio para quedarse con el match sin apremios.
Garin había vuelto al circuito a comienzos de este mes, en el Challenger de Milán. Lo hizo con una derrota frente al ítalo-argentino Luciano Darderi, quien lo despachó en dos sets.
El 11 de julio pudo sonreír. Ese día, en el Challenger de Iasi, venció al sueco Dragos Nicolae Madaras (203°) por 7-5 y 6-2, en su primera victoria en dos meses. En ese torneo llegó hasta las semifinales, después de imponerse, después, al italiano Ricardo Bonadio (194º). Sin embargo, la caída ante el español Bernabé Zapata Miralles (53°), por parciales de 2-6, 7-5 y 6-3, impidió que disputara la definición del título.
En Finlandia pretendía reencontrarse con su mejor nivel, pero otra vez se quedó en el camino. Ahora, incluso, dando muestras de evidente fastidio.