Médicos revelan el duro proceso que deberá enfrentar Cristóbal Campos luego del accidente de tránsito

Cristóbal Campos nuevamente se equivocó en la portería.
Cristóbal Campos se encuentra estable, pero con diagnóstico reservado. Foto: Andrés Piña/Photosport

La amputación traumática que sufrió el portero en el pie derecho, y posterior reconstrucción en la Posta Central, tiene al portero luchando para poder continuar con su carrera.



Fuera de riesgo vital, pero con un diagnóstico muy complejo. Ese es el estado actual de Cristóbal Campos, tras sufrir un grave accidente de tránsito en la Ruta 78, en la madrugada de este lunes.

El arquero de San Antonio Unido fue trasladado de urgencia a la Posta Central y allí tuvo que ser sometido a una larga operación para recuperar el pie derecho, el cual sufrió una amputación traumática -de forma parcial- en la mencionada colisión.

“Gracias a la destreza de los cirujanos de nuestra institución, fue posible reconstruir la extremidad, con lo cual en este momento tenemos viabilidad... Eso es algo muy dinámico y puede cambiar minuto a minuto. Por ello, su evaluación es constante”, señaló el subdirector médico del establecimiento, Jorge Ibáñez.

El traumatólogo del Centro de Tobillo y Pie de Clínica Universidad de los Andes, Felipe Chaparro, adelanta lo que se viene para el jugador. “En un primer momento, se realiza un aseo quirúrgico profuso en el pie lesionado con suero fisiológico, luego se alinea la fractura y normalmente se estabiliza con fierros que van por fuera de las piernas”.

El especialista agregó que tras esa fase inicial, “se cierran todas las lesiones de partes blandas que se puedan encontrar y si hay algún tejido que tuvo pérdida de cobertura o de piel, normalmente se coloca allí un sistema de presión negativa que permiten cubrir dicha zona y el manejo momentáneo hasta que se tenga una cobertura definitiva con cirugía plástica y la reconstrucción ósea que se deba realizar”.

Reimplantan el pie amputado de Cristóbal Campos tras grave accidente.
Campos deberá dar una dura lucha para poder recuperarse. Foto: Photosport.

Los plazos

La complejidad de la lesión que sufrió el formado en la U es tal que los facultativos prefieren no adelantarse a los hechos ni menos a esbozar si Campos podrá seguir dedicándose al fútbol profesional. Hoy Ibáñez prefiere señalar que están en la etapa de reconstrucción y se niega a dar plazos de recuperación.

No puedo garantizar ahora un pronóstico, debido a que estas lesiones son extremadamente dinámicas, puede continuar con la viabilidad de esta extremidad así como no hacerlo y tener que someterse a otros exámenes y otro tipo de intervenciones”, enfatizó tras salir del pabellón donde intervino al nacido en Lonquén.

Opinión parecida es la que nos brinda su colega Chaparro. El especialista aseveró que “el proceso de recuperación depende mucho del diagnóstico final y es muy temprano para definir esto, porque no sabemos cuáles son las estructuras involucradas”.

Luego agregó que no se puede saber si volverá o no a las canchas, pues “en mucho de estos casos, lo que marca el pronóstico es el estado neurovascular... Cuando se dañan los nervios, en particular el nervio tibial, que es el más importante, el pronóstico en general es malo pues es muy difícil de recuperar”.

Claro que el traumatólogo no da todo por perdido, pues “si la parte neurovascular esta indemne y sólo hay daño de partes blandas y en las partes oseas -eventualmente-el pronóstico puede ser mejor”. Eso sí, advirtió que “depende de muchos factores, tales como, qué huesos están dañados, qué tan mal esté la circulación, si las partes blandas, como la piel, tienen buena cobertura, si hay o no un proceso de infección... hay muchas variables que nos dirá el tiempo y qué tipo de recuperación tendrá”.

Sin embargo, Campos ya está consciente de la lucha que deberá dar y que tendrá que seguir -de manera estricta- cada una de las instrucciones que reciba para lograr una total recuperación. Pelea que comenzó en el momento mismo en que terminó la intervención quirúrgica , ya que lo primordial ahora es que el pie vuelva a unirse a su cuerpo.

“Uno puede dividir el proceso de recuperación en dos etapas: la primera es la recuperación anatómica de las estructuras, que básicamente es que los huesos que estén quebrados peguen, los ligamentos que estén rotos logren una buena cicatrización y así sucesivamente”, sostuvo el doctor universitario.

Y esta etapa mantendrá con escasa movilidad al portero al menos hasta fin de año, si es que todo sale bien. “Esta primera fase en general toma tres a cuatro meses, en el mejor de los escenarios”, detalló Chaparro. “La segunda parte es la funcional, la cual no es otra cosa que cada una de las partes recuperen su función y vuelvan a estar de la misma manera que tenían antes de la lesión o lo más cercano a eso”, respondió el profesional.

Y aunque insiste en que es muy temprano para definir cuál será el diagnóstico final y por tanto es aventurado dar un tiempo de recuperación, el especialista concluye que “en casos óptimos, una lesión de este tipo puede durar cinco meses, seis meses, pero depende mucho de las estructuras que están lesionadas, de su recuperación y de que no existan complicaciones posteriores”.

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