Daniil Medvedev no lo pasa bien. No tan solo por ceder el número uno del mundo a Novak Djokovic, luego de caer sorpresivamente en Indian Wells, sino por las exigencias que promete establecer Wimbledon, uno de los torneos más importantes de la temporada. El certamen se desarrollará desde el 27 de junio al 10 de julio.

Es que la invasión a Ucrania comienza a pasarle la cuenta a los deportistas rusos. Nigel Huddleston, Ministro de Deportes de Reino Unido, aseguró que los deportistas que lleguen al certamen que se juega sobre césped deberán renegar de Vladimir Putin, el presidente ruso.

“Absolutamente nadie bajo la bandera de Rusia debería poder competir. Muchos jugadores tienen varias nacionalidades y seguro que están dispuestos a competir con algunas de ellas o bajo una bandera neutral, pero tenemos que ir más allá. Debemos tener cierta seguridad de que no son partidarios de Vladimir Putin y estamos considerando qué requisitos podemos necesitar para obtener garantías en ese sentido”.

Lo cierto es que en caso de concretarse lo planteado por Huddleston, Wimbledon se transformaría en el primer país en vetar de manera individual a los deportistas rusos. Hoy solo se ha impedido a que participen de competencias los deportes colectivos, como el fútbol, por ejemplo.

“Este es un tema muy importante porque muchos países no permiten a los representantes de Rusia competir. Sin embargo, en deportes individuales esto es más complejo”, cerró la autoridad de gobierno.

Rusia tiene cuatro jugadores en el top 30 masculino de la ATP y tres en el top 30 femenino de la WTA. Medveded, la semana pasada, explicó que quiere jugar de cualquiera manera. “Definitivamente no me corresponde a mí decidir. Sigo las reglas. No puedo hacer nada más. Ahora mismo la regla es que podemos jugar bajo nuestra bandera neutral”, dijo el ex número uno del mundo.

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