La arcilla no le da respiro a Daniil Medvedev (3°). El ruso cayó en los octavos de final del Mutua Madrid Open ante su compatriota Aslan Karatsev (121°) y dio con otro episodio polémico sobre la pista. Al igual que en su duelo de segunda ronda, peleó con el público y le reclamó constantemente a organizadores del torneo español.
Postales que ya se están haciendo habituales en él y que se incrementan considerablemente cuando tiene que disputar torneos en polvo de ladrillo. Ahora la situación se produjo por la determinación de que jugase su partido en la segunda cancha más importante del recinto y por las pifias que el público le propinó tras sus quejas sobre la pista.
Todo comenzó cuando Medvedev iba perdiendo 4-1 en el tiebreak del primer set. Le explicó al juez principal que no podía jugar en una pista que tuviese tan poco espacio entre la línea de fondo y la pared e incluso amenazó con no seguir jugando. “¿Por qué tengo esta desventaja cuando soy el segundo favorito? No lo entiendo”, explicaba.
Obviamente toda esta demora no fue tomada de buena manera por el público, quien le provocó una larga pifiadera. Después le dio un pelotazo a la valla publicitaria y los silbidos aumentaron, al punto de que el ruso volvió a la silla y dijo que no seguiría jugando si no callaban.
Pero esto, está lejos de ser algo nuevo. De hecho, en la ronda pasada también tuvo un encontrón con el público presente, a quienes mandó a callar haciendo el gesto con su dedo indice. Acción ya que había hecho en Montecarlo, a mediados de abril, cuando estuvo treinta segundos intentando callar a los asistentes.
Recordado es también el episodio en que criticó abiertamente la cancha de Indian Wells mientras jugaba el torneo. “Esta cancha es una desgracia para el tenis. ¿Y lo llaman pista dura? Es una vergüenza llamar a esta horrible pista una pista dura”, afirmó en el duelo ante Zverev por octavos de final. Aquello incluso provocó que reiterara sus comentarios: “Esta cancha es una vergüenza para el deporte. Se debería prohibir jugar aquí. Es una vergüenza decir que es rápida. Iré al baño lento y no me importa si recibo advertencias. Si nos permiten jugar acá, puedo permitirme hacer lo que quiera”, repitió