Lionel Messi, otra vez, fue el mejor de un clásico disputado en el Bernabéu. Anotó un gol y dio una asistencia. Pero el pase final del argentino tuvo una peculiaridad.
En el último gol, el de Aleix Vidal (90+2), el rosarino perdió un zapato al encarar a Marcelo. Cuando eludió al lateral brasileño, llegó hasta la línea de fondo sin su botín derecho. Por lo mismo, recurrió al borde externo de su pie izquierdo para asistir al lateral derecho.
Tras este encuentro, además, Messi llegó a 54 goles en 2017 y se convirtió en el máximo goleador del año, superando por uno a Cristiano (53).