Un buen debut tuvo el Barcelona en la Liga de Campeones de Europa. El elenco catalán goleó por 5-1 al Ferencváros de Hungría, con un gol de Lionel Messi, quien convirtió de penal (se lo hicieron a él) y además dio una asistencia.
Otro punto alto fue Ansu Fati, también autor de un gol y de una asistencia. Coutinho, Pedri y Dembelé cerraron la fiesta blaugrana. La única mancha de la jornada fue la expulsión de Gerard Piqué, por un claro penal.
Pese a la aplastante victoria del cuadro de Ronald Koeman, que llegaba con ciertas dudas, Messi nunca dio muestras de felicidad. No sonreía y apenas celebró los goles de su escuadra.
Una muestra de que el mejor jugador del mundo no está contento en el cuadro azulgrana, del que quiso irse en agosto, pero no pudo ante la negativa del club. Aún así, desganado y todo, sigue siendo imparable y desequilibrante.
El United golpea en París
Una de las sorpresas de la jornada fue el triunfo del Manchester United por 1-2 ante el PSG, subcampeón de la última edición de la Champions.
Los ingleses se impusieron gracias a los goles de Bruno Fernandes (penal) y Rashford. El descuento fue un autogol de Martial.
En Roma, la Lazio, que anda a los tumbos en la Seria A, se recuperó y venció con claridad por 3-1 al Borussia Dortmund.
Mientras que en Londres, el Chelsea no pudo vulnerar al actual campeón de la Europa League, e igualó sin goles con el Sevilla.