Este año Lionel Messi se ha tomado las cosas con más calma y se ha quitado la presión que recae sobre él cuando juega por Argentina. La Pulga disfruta el momento. Así al menos lo demuestra y lo comunica en cada entrevista que ha dado a medios de comunicación trasandinos en los últimos meses, donde incluso, ha hablado sobre sus rivales como Chile, con quien perdió dos finales de Copa América consecutivas, y en el último encuentro, por el tercer lugar del mismo certamen en Brasil, vivió un fuerte encontrón con Gary Medel.

"No hablé con él (Medel) luego del partido. Sé que él es así, siempre lo vivió de esa manera en la cancha y siempre fue al límite. Hablando con Arturo (Vidal) siempre llegábamos a la conclusión o pensábamos lo mismo, que cuando entra a la cancha lo vive de esa manera, pero fuera de ella es una persona totalmente diferente. No pasa nada, quedó ahí. No era para roja, con una amarilla se hubiese arreglado todo. No pasó nada grave para que nos echaran a  los dos", comentó Messi a TYC Sports.

En otros temas, La Pulga también se refirió a las finales disputadas con la Albiceleste: "Siempre tuve amor por la Selección, pero me tocó vivir muchas cosas, convivir con muchas cosas que no eran justas. Siempre lo intenté, lo sigo intentando. Llegamos a final del mundo y de Copa América. No es poca cosa. No todo pasa por ganar. Hicimos muy feliz a la gente durante ese tiempo, tanto en Eliminatorias, Mundial y Copa América. Fue un dolor muy grande, llegamos hasta el último partido y estuvimos a nada de conseguirlo", relató.

Por último, el volante del Barcelona manifestó sus deseos por alzar la Copa del Mundo. "Daría todo por ganar el Mundial, sería lo más grande para mí y para Argentina", confesó, pero admite que aquel sueño no está por sobre lo que ya ha logrado en su exitosa trayectoria: "Creo que no cambiaría nada de lo que tuve en mi carrera por serlo", cerró.