La victoria de 2-0 sobre el City pasó a un segundo plano para Paris Saint-Germain. Porque Lionel Messi marcó su primer tanto con la camiseta gala. Uno de su sello, con la misma marcha y finiquito que solía ilusionar al Barcelona. Un duelo de millonarios en la Champions, que tuvo poco fútbol, pero el morbo de una victoria del argentino sobre Guardiola, uno de sus mentores.

Porque el cuadro parisino presentó su escuadra de lujo. Sobre todo en ataque, donde la presencia del tridente Messi-Mbappé-Neymar, por sola presencia, era peligro constante para los británicos.

Precisamente, de los pies del astro argentino nació el primer tanto. Estacionado en el costado derecho, Lio se juntó con Achraf Hakimi, quien lo entendió todo. Alargó para Mbappé y el centro atrás del galo encontró la pifia de Neymar, pero también el remate ajustado de Idrissa Gueye en el 1-0.

Un gol que cambió de inmediato el trámite del partido. El técnico local Mauricio Pochettino volvió al libreto egoísta que lo tiene puntero invicto en Francia, ese de esperar para matar con rapidez.

Al otro lado, el City también se ajustó a su rol. Tomó la pelota de manera indiscriminada, pero esta vez la ausencia de un referente de área no le permitió llegar al gol.

Es cierto que el volumen ofensivo que proponían Kevin de Bruyne, Ruyad Mahrez, Raheem Sterling y Bernardo dejaron varias dudas en la última línea gala. Sin embargo, la más clara llegó a los 26′, con un cabezazo de Sterling que dio en el travesaño, mismo lugar donde la puso Silva en el rebote.

Y estaba Messi

Así se fue gestando un duelo aburrido a ratos, donde la impericia del juego colectivo dejó el resultado a merced de alguna individualidad, de la muchas que llegaron a la Parque de los Príncipes.

Así lo entendió Messi, quien pese a no hacer uno de sus mejores partidos, hizo un gol con el sello característico. El argentino corrió desde la mitad de cancha, en diagonal desde la derecha hacia el medio. Toco al borde del área con Mbappé, quien se la tocó de taco para que el argentino le pegara de primera al ángulo del meta Ederson.

Era el minuto 74 del partido, suficiente para que el público parisino disfrutara del primer tanto del ex astro del Barcelona, quien despertó al público del aburrimiento con un golazo de su factura.

Un 2-0 que no dio tiempo para mucho más. Un duelo que fue de más estudio que fútbol, donde La Pulga mantuvo la paternidad sobre Guardiola, tras anotar el séptimo tanto en cinco partidos entre ambos.