Messi y Mbappé, frente a frente: los números mundialistas que elevan a las insignias de Argentina y Francia

Argentina y Francia definirán, este domingo, al campeón del mundo. Si se impone la Albiceleste, será la nueva dueña del planeta. Si lo hacen los galos, revalidarán la corona que alcanzaron cuatro años antes, y un poco más en rigor, por el cambio de fechas, en Rusia 2018. La copa es, sin dudas, lo más importante que está en juego. Obtener el trofeo es lo que, en definitiva, abre las puertas de la inmortalidad. Sin embargo, ese objetivo está lejos de ser el único. Al menos para las insignias de ambas escuadras: Lionel Messi y Kylian Mbappé.

Ambas son las principales figuras del PSG. Es, probablemente, una de las pocas coincidencias que los unan. Ahora, sin embargo, están en trincheras opuestas. Cada uno va detrás de la gloria máxima. En el caso del argentino, con un valor añadido: si se titula en Qatar, quedarán escasos argumentos objetivos para discutir que se trata del mejor futbolista de la historia y, ciertamente, muchos menos para ponerlo debajo de Diego Maradona. Si quien celebra es Mbappé, el plano será distinto, aunque el margen mucho mayor: a los 23 años le queda prácticamente toda una carrera para seguir sumando reconocimientos individuales. Y ya habrá ganado dos veces la Copa del Mundo. Inevitablemente, en su caso, aparece el recuerdo de Pelé.

En la comparación entre ambos aparecerán, naturalmente, elementos subjetivos. Se discutirán estilos, características técnicas y hasta liderazgo. En lo más numérico, la equiparidad entre ambos resulta brutal. Ambos han marcado cinco goles en el certamen, lo que arroja 0,8 tantos por compromiso y demoran prácticamente lo mismo en conseguirlos, aunque con una leve ventaja para el europeo, quien ha festejado cada 95 minutos. Messi lo ha hecho cada 114. Hay otra diferencia que puede resultar significativa: tres de las anotaciones que ha marcado el transandino han sido de penal. El galo solo ha convertido goles de juego. ¿En qué gana Messi? En su aporte colectivo: ha aportado tres asistencias, uno más que su rival en el frente a frente.

En los tiros al pórtico son mortalmente parecidos: Messi ha ejecutado 4,5 por cada choque. Mbappé anota 4,2. Más efectivo es el argentino, que logra enviar 2,3 de esas ejecuciones al marco. La diferencia es, igualmente, exigua: su rival acierta 1,8.

Una sorpresa, considerando la diferencia de edad entre ambos, es que Messi registra mayor participación en los encuentros: promedia 95 minutos en el campo contra ‘apenas’ 80 de Mbappé. Una revisión rápida de los desplazamientos de ambos revela otro elemento que, en todo caso, se puede observar semana a semana en la Ligue 1. Mientras el argentino prefiere ocupar desde la derecha hacia el centro, situándose y disparando más desde la entrada del área, el francés se sitúa preferentemente por la izquierda y no elude el ingreso a la zona de castigo.

Otro elemento diferenciador es la participación en el juego. Messi ha tocado el balón en 72 oportunidades, mucho más que Mbappé, que lo ha hecho en 53 ocasiones. La Pulga ha realizado tres pases claves mientras que Donatello registra 1,8. Otra señal en el mismo sentido son los pases completados, que en el caso del primero llegan al 85 por ciento. El europeo paga un poco el precio de intentarlos en pleno sector defensivo rival, lo que lo pone un 2 por ciento por debajo de la efectividad del rosarino.

A Messi, además, lo golpean más: ha recibido 3,3 faltas por encuentro contra 1,2 de Mbappé. Discutir hasta qué punto las infracciones que recibe el argentino lo son realmente forma parte de otro análisis.