Tengo cuatro hijas, soy divorciado y vivo con ellas. Me trasplantaron los dos pulmones el 30 de diciembre de 2014, por lo que ahora ése es mi cumpleaños. Nací con una enfermedad congénita, déficit Alfa 1, que es la falta de una enzima que protege el pulmón, por lo que durante toda mi vida me comí mis pulmones. En enero de 2011, tras una operación intestinal, me descubrieron este problema. Inicié tratamientos con inhaladores, pero rápidamente pasé al siguiente nivel, donde me dijeron que me tenía que trasplantar. No podía ni lavarme el pelo porque me ahogaba, estaba totalmente dependiente.
Mauricio Fica, de la Clínica Santa María, fue el doctor que me operó. En esa época yo era puros huesos, estaba chupado. Y luego, al ver mi evolución, comenzó este renacer. Con mi kinesiólogo, Diego, me di cuenta que podía caminar y trotar. Y ahí entendí que ésta iba a ser la forma en cómo podía dar las gracias.
Partí corriendo carreras de tres kilómetros. Luego seguí en las de cinco, en las de 10, hasta que me pasé al medio maratón. He corrido 21 kilómetros en Viña y Valdivia y ahora voy por los de Santiago.
No es sencillo con mis antecedentes. Tras el problema en los pulmones mi musculatura disminuyó bastante, y no es sencillo recuperarla. Pero igual, básicamente tengo que hacer lo mismo que hace el resto. Entreno cinco o seis veces al día, completando unos 40 kilómetros a la semana. Si quiero correr el maratón, debo llegar a los 60.
En agosto del año pasado incluso participé en el Mundial de Trasplantados de Málaga, ayudado junto a otros seis chilenos por la Corporación del Trasplante. Yo fui a hacer salto alto, y aunque lo importante no era conseguir medalla, me quedé con la de bronce.
El trasplante que recibí no solamente me dejó vivir a mí, también le arregló la vida a una familia, y le dieron otra vida a una persona. Por eso es que no pienso en correr en un tiempo determinado, sino que con mi historia espero demostrarle al país que las donaciones de órganos son buenas, que ayudan a mucha gente. Hay 2.000 personas en Chile esperando un trasplante y por eso quiero que la gente vea que gracias a una familia donante puedo volver a hacer una vida normal. Y correr, que es lo que ahora me motiva.