Elías Figueroa es considerado uno de los mejores futbolistas chilenos de toda la historia. Muchos que lo vieron jugar consideran que es el número 1 de ese listado, superando, incluso, a los estandartes de la Generación Dorada, como Alexis Sánchez, Claudio Bravo y Arturo Vidal. A la hora de justificar su elección, los argumentos suelen ser que el formado en Santiago Wanderers fue escogido tres veces el mejor jugador de América y que brilló en Brasil, cuando la liga de aquel país era considerada la más competitiva del planeta.
Fue en aquellos años en el Inter de Porto Alegre que Don Elías tuvo la chance de saltar al Viejo Continente. Concretamente al Real Madrid, que en ese entonces ya era el máximo ganador de Copas de Europa. El mismo Figueroa ha relatado la situación. “Cuando me quisieron, mi precio era de US$ 1 millón. Eso valía mi pase. Salió en todas partes. ‘Figueroa, un millón de dólares’, hoy eso lo ganan mensual”, contó en su momento el exzaguero.
Pese a las intenciones de llevárselo, las negociaciones no llegaron a buen puerto y el exdefensor nunca pudo jugar en España. Según dijo hace algunos meses a El Deportivo, la decisión de no cruzar el charco fue propia. “El Real Madrid me quería como fuera. De hecho, me mandaron los pasajes y todo, pero yo de niño siempre tuve la inquietud de hacer inversiones con la platita que ganaba. Tenía una fábrica de calzados en Uruguay, y en Europa no pagaban tanto como hoy en día”, expresó.
Temas de dinero
Las cifras que se manejan en el fútbol son un tema en la actualidad. Con las décadas, el mercado ha ido incrementando sus números y hoy las ganancias que se percibían en el siglo XX parecen ínfimas. Sin embargo, Elías Figueroa sostiene que los valores están acorde a lo que producen los jugadores.
“Una vez yo firmé un contrato por 20 mil dólares mensuales, lo que fue un escándalo. ‘Mira la plata’, se decía. ‘Es lo que tengo que ganar’, yo dije, así que bien o no. Pero bueno, lo que sería ahora. Lo merecen los jugadores. La gente se pregunta por qué ganan tanto, pero mueven gente y generan alegría a muchas personas”, llegó a señalar el exseleccionado nacional.
Pese a que jamás llegó a Europa, la carrera de Elías Figueroa es considerada una de las más destacadas entre los deportistas chilenos. Debutó profesionalmente en Unión La Calera, donde llegó cedido desde Santiago Wanderers. Luego volvió al Decano, pasó por Peñarol, Internacional, Palestino, Fort Lauderdale Strikers y Colo Colo. De los países en que jugó, solo en Estados Unidos no fue campeón.
Además de lo anterior, con la Roja participó de los Mundiales de 1966, 1974 y 1982. En ninguno, eso sí, pudieron pasar la fase de grupos. A la hora de explicar por qué no pudieron avanzar, Figueroa, en entrevista con La Tercera, explicó las últimas dos. “El gran problema que tuvimos en esa selección del 74 fue que internamente nos faltó estar más juntos. Había algunas separaciones ahí dentro”, reconoce.
En el caso de la de 1982, dice que la preparación no fue buena. “Estuvimos seis meses concentrados y ese fue el gran problema. Lo único que queríamos era que terminara todo para llegar a casa. Teníamos un buen equipo, pero cuando tú estás conviviendo todos los días por cualquier cosita ya discutes con el compañero. Imagínate estar un par de meses sin poder ver a la familia o que iban un ratito y se tenían que ir, eso también influye. No había redes sociales ni celulares”, recuerda.