Michael Clark, presidente de Azul Azul, expresó su indignación tras el grave incidente que afectó al arquero Martín Parra, quien debió ser traslado a un recinto asistencial después de que se viera afectado por una bomba de estruendo en el partido entre Universidad Católica y Universidad de Chile, en Valparaíso. El partido se suspendió y mientras el timonel cruzado Juan Tagle pide que el duelo se reanude, el mandamás laico pido la máxima sanción para sus rivales.

“Tiene que haber un antes y un después (...). No puede ser que acá se tire una bengala y este partido se suspenda y a los días juega de nuevo. Este partido se tiene que dar por terminado; acá tiene que haber señales. Señales deportivas, señales institucionales y señales económicas. Esto no puede seguir pasando. La barra del club organizador ya tuvo problemas. Este partido se debió haber jugado sin público. Una mala organización... cómo tratan a los dirigentes hasta los jugadores y nosotros vamos a perseguir responsabilidades de los autores materiales, porque esto no puede volver a suceder. Esperamos que la Federación actúe con el mismo rigor”, declaró.

“Estamos jugando cosas muy importantes y la verdad es que nosotros esperamos que el partido se dé por terminado y se dé por ganador a Universidad de Chile, que por justicia, es lo que corresponde. Porque no puede ser que baste con tirar un petardo, se suspenda el partido y aquí no ha pasado nada. Esto no puede ser”, prosiguió.

Asimismo, cargó contra Católica y comparó las situaciones de las hinchadas de ambos clubes. “Con Católica viene pasando hace mucho, nuestra barra se porta increíble y nos tratan con la punta del zapato”, señaló, siendo retrucado por la prensa. Sin embargo, insistió afirmando que están viendo si siguen adelante con el recurso que presentaron para jugar con público el lunes contra Audax. “Estamos analizando qué vamos a hacer, pero yo creo que comparar nuestra situación con la del otro club es totalmente distinto...”, expresó. Y agregó: “Acá hay un jugador que está en la clínica, cuya carrera hoy pende de un hilo”.

El dirigente también lamentó la forma en que se mide a la U con respecto a las otras instituciones. “Yo lo he dicho muchas veces: creo que a la Universidad de Chile le cuesta mucho organizar los partidos, le ponen mil y un problemas. Yo creo que nuestra barra se porta bien. No quiero decir que no hayamos tenido problemas, pero problemas como este no hemos estado ni cerca de tener y estoy seguro de que tampoco vamos a tener. Yo lo que espero es que haya un antes y un después. Esto no puede volver a suceder. Un partido que no se debió haber jugado con público y a los cinco minutos termina con un jugador en un centro asistencial, con su carrera de por medio, no puede pasar”, sostuvo.

Insultos de la UC

Sobre el estado del arquero, Clark informó: “Martín salió muy afectado, tiene un trauma auditivo severo, al menos eso fue lo que nos comentó el doctor en el camarín. Y yo creo que, por respeto a él y a su familia, tenemos que esperar a cómo va a evolucionar y a lo que digan en el centro asistencial. Pero nosotros como club estamos muy preocupados y el plantel está muy afectado, porque uno viene a jugar fútbol y puede ganar, perder o empatar, pero no espera que salga un compañero herido, que es un arquero y que puede tener un problema en su tímpano”.

Finalmente, denunció insultos del plantel cruzado cuando los azules se retiraban al vestuario. “Es algo muy penca. Esto que pasó es muy grave, no se le puede bajar el perfil, y efectivamente a nuestros jugadores cuando se iban yendo de la cancha, algunos jugadores de Universidad Católica los insultaron y les dijeron por qué se iban de la cancha y los trataron con improperios y de manera soez, y eso no corresponde. Acá hay un compañero de trabajo, un jugador de fútbol y no puede ser que haya un herido que termina saliendo en ambulancia con un problema en su oído, y la gente los insulte saliendo al camarín. Era evidente que el partido no se podía jugar. No estaban las garantías mínimas”, lamentó.

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