Michael Clark cumple 18 meses al mando de Universidad de Chile. El empresario, que ha debido enfrentar una turbulenta gestión, marcada por los cuestionamientos al nivel del primer equipo, que la temporada pasada peleó el descenso por cuarto año consecutivo, habla de todo con El Deportivo. Incluso, aborda las críticas de los directores opositores de la concesionaria estudiantil.
¿Es un patrón de fundo en la U?
No soy patrón ni tengo fundo, así es que, imposible (se ríe). Las dos o tres personas que han dicho o insinuado eso han despreciado siempre el trabajo que hace toda la gente que está en el club, pero, más grave aún, le faltan el respeto a lo que significa la U.
¿Pero se hace solo lo que usted quiere?
Este es el club más grande e importante de Chile y, por consiguiente, es una institución seria, con gente profesional que trabaja día a día por situar a la institución en un lugar de privilegio en todos los ámbitos. Para poder lograr eso, las decisiones las adoptan profesionales que tienen las competencias técnicas para hacerlo. Esos mismos dos o tres que piensan que la U debe administrarse como si fuera un juego de Football Manager, deben pensar en actualizar la versión de ese juego en sus computadores.
¿Qué rol cumple el directorio en la toma de decisiones?
El directorio es el encargado de administrar la sociedad y ha delegado parte de sus facultades en los ejecutivos y sus gerentes. Pero nos hemos enfocado, de buena manera, en llevar adelante el devenir general de la institución, la definición y verificación de la ejecución de los planes y presupuestos y en la fijación de los lineamientos generales del club. Un directorio no puede actuar como la gerencia general. Consideramos que ese es un error grande que se pudo haber cometido antes en la U y que se observó antes en varios clubes del fútbol chileno.
¿Consulta con el directorio o llega con la decisión tomada?
Se informa, discute y decide todo aquello que le corresponde definir al directorio.
Carolina Coppo, la renunciada directora, dijo en estas páginas que usted no era apto para el cargo. Y que no consulta al directorio las decisiones que tomaba...
Carolina Coppo es parte del pasado. Ella fue parte del directorio del club desde diciembre de 2016 hasta diciembre de 2022, o sea, estos últimos seis años. Ella considera que el período anterior al nuestro fue muy exitoso y fructífero y que deberían seguir haciéndose las cosas de la misma manera en que se hacían antes. Yo, como presidente e hincha de la U, no puedo estar de acuerdo con eso. En este sentido, tendremos siempre una diferencia en la forma de ver las cosas que es insalvable.
Otro director que ha sido muy crítico con su gestión es José Joaquín Laso, quien de hecho ha presentado dos denuncias en la CMF.
Con Laso también tengo una diferencia insalvable. Laso es hincha de Universidad Católica y yo soy hincha de Universidad de Chile. Esta diferencia es, en realidad, absolutamente insalvable.
¿Se asesora con gente ajena del club al momento de tomar decisiones?
Insisto. A mí como presidente no me corresponde tomar las decisiones solo. Repito: Un modelo como ese sería absurdo.
¿Está conforme con su gestión?
Nunca hay que estar conforme con lo que uno hace. Siempre hay que buscar más, ir un paso más adelante. Me hubiese gustado que el año pasado, que es el primer año en que nuestros gerentes tomaron decisiones deportivas, los resultados del primer equipo masculino hubieran sido mejores. Pero sí me siento tranquilo con lo que hemos comenzado a hacer en estos primeros 18 meses en términos de ordenar la casa y sentar las bases que son necesarias para que el club tenga un desarrollo importante en los próximos años. Y estamos siempre atentos y dispuestos para aprender, de lo bueno y de lo malo.
Al inicio del año pasado, usted dijo que la U nunca más descendería. En 2022 estuvieron cerca. ¿Qué pasó?
Hubo errores, los que se reflejaron en la cancha.
¿Pero qué balance hace de la temporada 2022?
Si nos vamos al primer equipo masculino, obviamente que es malo. Estuvimos muy lejos de cumplir las expectativas. La mala campaña del primer equipo masculino es un tsunami que tapa muchas cosas buenas. Por ejemplo: el fútbol femenino, que sigue desarrollándose en nuestro club. El trabajo del fútbol formativo, que hoy nutre a casi el 50% del primer equipo. Y esperamos que este porcentaje crezca en el tiempo. Se ordenó la casa en el aspecto financiero, se le dio viabilidad en el tiempo al Club, lo que nos permite aspirar a proyectos mucho más ambiciosos. Se pagó una deuda histórica con el Fisco, que para mí era una mancha muy negra para la institución. Volvimos a ser un ente confiable desde el punto de vista administrativo y financiero. Si nos quedamos solo con el rendimiento del primer equipo, el balance no es satisfactorio. En una mirada más amplia del club, la visión cambia.
¿Se equivocaron con Luis Roggiero?
Luis fue y es un caballero, un profesional de primera línea mundial que, a su manera, quiso hacer crecer a la U. Uno jamás puede responsabilizar a una persona de que las cosas no vayan como se planificaron.
¿Y con Diego López?
Diego tomó un equipo golpeado, un escenario difícil para cualquiera. Intentó navegar en esas aguas y, lamentablemente, no le fue bien. Pero lo mismo que con Luis, él lo entendió y renunció, dejando la mejor imagen como persona y como profesional.
¿Se debe ser campeón sí o sí este año?
Este club siempre debe ser protagonista. Pero prometer títulos es vender humo.
¿Se ponen algún objetivo, al menos?
Ser protagonistas equivale a estar arriba en la tabla y aspirar a competencias internacionales. Tenemos un cuerpo técnico de lujo encabezado por Mauricio (Pellegrino) y un plantel bien reforzado. Confiamos en que este año será mucho mejor que el 2022.
¿Está conforme con el armado de plantel?
Estoy conforme con el trabajo que ha realizado Manuel Mayo, nuestro gerente deportivo. Después de mucho tiempo, la U contrató al técnico que quería contratar. Eso es mérito absoluto de Manuel. Creo que se han buscado los mejores nombres para el 2023 y, como bien han dicho varios de tus colegas, el mercado de pases de la U durante este verano ha sido más que positivo.
¿Pensó mucho la decisión de traer a dos jugadores identificados con los archirrivales (Toselli y Zaldivia) a la U?
Eso lo analizó nuestra gerencia deportiva y se llegó a la convicción de que serían aportes importantes para el equipo. No tenemos ninguna duda de que ambos son excelentes jugadores y serán un tremendo aporte.
¿No se pierde identidad con fichajes de históricos de otros clubes?
Nadie puede pensar que la U pierde identidad cuando 17 jugadores del primer equipo son formados en casa. No estoy de acuerdo.
¿Assadi y Osorio se pueden ir en cualquier momento?
Assadi y Osorio son jugadores valiosos para la U. Hoy están con la Sub 20 y seguro que si mantienen el rendimiento que han tenido hasta ahora, despertarán el interés de muchos equipos en el extranjero. Nosotros queremos lo mejor para cada uno de nuestros jugadores y, como consecuencia de ello, para nuestro equipo. Ojalá podamos tenerlos por un buen tiempo más en el club, pero también hay que entender que frente a una propuesta de un club extranjero hay intereses de los propios jugadores que deben ser, también, evaluados cuando llegue ese momento. Lo que sí puedo asegurar es que la U no va a regalar a ninguno de sus jugadores. Y menos a Lucas y Darío, que son dos de sus jugadores más importantes.
¿Ronnie Fernández se va por la pelea con Campos?
Ronnie se va después por una rescisión en la que el jugador y el club estuvieron de acuerdo y luego de una evaluación que hicieron nuestro entrenador y la gerencia técnica. Le deseo lo mejor a un jugador que se entregó siempre por entero al equipo.
¿Le preocupa la cabeza de Campos? ¿No está sobreexpuesto?
Nos preocupa el bienestar de todos nuestros jugadores y jugadoras. En el caso de Cristóbal, él ya habló de su situación y nosotros debemos apoyarlo. Es un jugador joven que, si se enfoca en la cancha y despliega en ella sus grandes condiciones, tiene todo para ser el arquero del futuro del fútbol chileno.
¿Es un mal negocio la U?
La U no es un negocio. Como ya dije, la U es el club de fútbol más grande e importante de Chile. Y si al club le va bien en todos los ámbitos y crece, podrá otorgar grandes satisfacciones a todo el país y un retorno económico justo y razonable a todos quienes han invertido e inviertan a futuro en los diversos proyectos que tenemos.
Lleva casi 18 meses. ¿No se arrepiente de haber invertido en la U?
Para nada. Estamos felices y muy convencidos de lo que estamos haciendo.
¿No ha pensado en vender?
Tajantemente, no.
¿El estadio de la U no es humo?
Yo ya lo he dicho antes. Se ha ilusionado mucho al hincha azul con esto durante décadas y yo no lo voy a hacer. Estamos llevando adelante un trabajo arduo y silencioso para darle sostenibilidad al club en el tiempo. Esto es un sueño, pero también es una necesidad.
¿Por qué hablan de infraestructura deportiva y no de estadio?
Porque debemos ser cuidadosos con la ilusión de nuestros hinchas, a quienes muchas veces se les ha prometido la construcción de un estadio. Y porque, si bien yo no creo en la mufa, es mejor no correr riesgos.
¿La frase “estadio de la U” está estigmatizada?
Más que estigmatizada, ha sido manoseada. Yo tengo totalmente claro y no tengo ninguna duda de que presidentes que me antecedieron, como Federico Valdés, José Yuraszeck, Carlos Heller y Cristián Aubert, trabajaron seriamente en intentos por darle vida a este sueño. Y también tengo claro que se encontraron con obstáculos y personas que, por distintas razones, siempre tiraron para abajo ese trabajo.
¿La idea de extender la concesión es para vender, por ejemplo, el nombre del estadio a 30 años?
La extensión de la concesión no fue una idea, sino la consecuencia de este trabajo arduo y silencioso que termina con el pago de la deuda histórica que tenía la U con la Tesorería General de la República. Así estaba establecido en el origen del contrato de concesión que se firmó en 2007. Pero es obvio que para atraer grandes inversiones a la U, para grandes proyectos de distintos tipos, era importante dar una garantía de estabilidad en el tiempo.
¿Quiénes compraron los bonos de deudas? ¿Es cierto que uno de ellos lo compró la Universidad Andrés Bello, controlada por Jorge Selume (ex director de ByN)?
El bono se gestionó a través de un remate público, que se transmitió en directo por todos los canales del Mercado de Valores. En estricto rigor, nosotros no sabemos quiénes invirtieron en este bono. Obviamente, antes de su emisión, nos reunimos con potenciales inversores para promocionar este proceso, pero nadie estaba obligado a participar del remate. Lo importante es que logramos el objetivo, lo que nos permitió refinanciar nuestros pasivos, cancelar la deuda con la Tesorería y darle viabilidad financiera al Club, pensando en grandes proyectos a largo plazo, como el de infraestructura deportiva. Y todos quienes somos de la U debemos agradecer a quienes han confiado en nuestro proyecto y en el futuro del club.
¿Tienen terrenos vistos? ¿En Santiago?
Seguiremos trabajando en silencio.
¿Se ponen algún plazo?
Primero hay que adquirir un terreno para infraestructura deportiva. Paso a paso. El único plazo que nos pusimos apunta a encontrar un terreno el primer semestre de 2023.
¿Qué pasará con el auspicio de Betano si se aprueba la nueva ley?
La U siempre respeta y respetará la ley. Esperemos a ver qué sucede. Eso sí, espero que los clubes de nuestro país no queden en desventaja frente a los clubes de otros países en relación con los montos que reciben por auspicios publicitarios de cualquier industria.
Usted dijo que la barra de la U tenía un comportamiento ejemplar, y tiempo después una turba reventó Santa Laura, ¿Se equivocó? ¿Aún sostiene que su barra es ejemplar?
Sé lo que ocurrió en Santa Laura y obviamente no me parece correcto. Cuando hablé de la barra, me refería al grueso de las personas que van a apoyar a la U, no a un grupo pequeño de violentos que debemos erradicar de los estadios. Como club estamos trabajando en este tema. Hemos reforzado nuestra coordinación con Estadio Seguro, organizamos en conjunto una jornada de conversación con hinchas para hablar justamente de la experiencia estadio. Hemos dado espacio a otras actividades que buscan concientizar al hincha. Tengo claro que la estabilidad de nuestra localía también depende del comportamiento de la gente en el estadio. La U es de su gente y siempre los queremos apoyando y alentando en la cancha.