Michael Clark renueva su mandato en la Universidad de Chile pese a la oposición declarada de la casa de estudios

La junta anual de accionistas de Azul Azul comenzó con barricadas y amenazas en el portón del CDA.

La información publicada por El Deportivo en relación al arribo de la ex ministra del Deporte del gobierno de Sebastián Piñera, Cecilia Pérez, como nueva directora de la concesionaria laica, generó que los hinchas manifestaran su rechazo a la medida adoptada.

Sin embargo, las amenazas de los fanáticos de la U no lograron cambiar la decisión del grupo controlador Sartor, quien nombró a Cecilia Pérez como una de sus directoras y hasta le entregó el cargo de vicepresidenta de la mesa. ¿Su rol? Sacar provecho de sus contactos políticos, para revivir el proyecto estadio y también involucrarse en el fútbol femenino.

La instancia máxima del Romántico Viajero sufrió varios cambios. Como nunca antes durante la estadía del nuevo controlador, Sartor tendrá oposición. La salida de la mesa de Miguel León, Tomas Guiloff y Cristian Aubert (que ahora será el gerente general) por parte del grupo dominante abrió un nuevo escenario. Más con el ingreso de José Joaquín Laso y Juan Pablo Pavez, quienes llegaron a utilizar los cupos de la familia Schapira, los segundos máximos accionistas del club y reconocidos críticos del proceso de Clark.

A estos últimos se sumaron los ahora disidentes Carolina Coppo y Andrés Weintraub, quienes representan a la Casa de Bello, quienes hicieron pública una misiva que le enviaron al rector, Ennio Vivaldi, horas antes de la reelección de Clark en la presidencia. La mesa, de entrada, evidenció una fractura.

“Nuestra percepción es que el actual ha sido un directorio muy centrado en su presidente, con quien hemos tenido diferencias importantes en lo que se refiere a temas relevantes, especialmente deportivos y de gestión”, decía la carta. “Desde un comienzo nos pareció poco conveniente que el control de Azul Azul S.A. recaiga en un fondo financiero, cuya estructura, aunque sea legal y sus fines legítimos, son diversos a los de un Club de Fútbol y que carece además de vínculos con la U”, agregaba.

Coppo y Weintraub anunciaron que no votarían por el actual timonel, Michael Clark, ni por ninguna otra postulación que Sartor pusiera arriba de la mesa. Eso fue exactamente lo que pasó. Carolina Coppo presentó su nominación a la testera y se transformó en la competencia directa del empresario. Lamentablemente para sus pretensiones, el grupo económico que le compró las acciones a Carlos Heller tiene la mayoría de los papeles y sus siete votos (contra cuatro) en la mesa fueron suficientes para ratificar a Clark hasta abril de 2023. El resto del bloque de Sartor quedó compuesto por Tamara Agnic, Carlos Larraín, Roberto Nahum, Andrés Sagú, Miguel Luis Berr y Cecilia Pérez.

Cómo era de esperarse, el mencionado resultado no dejó para nada contento al rector de la Universidad de Chile, Ennio Vivaldi. Y, al contrario de lo que pasa en otras ocasiones, esta vez el académico lo hizo notar y anunció fuertes medidas para el futuro de los fanáticos.

“Desde un principio, para nosotros era un motivo de incomodidad e intranquilidad que hubiera un grupo financiero a cargo del club deportivo”, sostuvo la autoridad.

El rector no se detuvo en su análisis. “Con el pasar del tiempo no nos hemos sentido más cómodos ni más tranquilos y, por el contrario, pensamos que realmente ahí hay una incongruencia y de alguna manera nuestras sospechas se han visto confirmadas”. Por lo mismo, lanzó una dura advertencia: “vamos a evaluar qué acciones podemos seguir, para intentar devolver a la gente que es convocada por el Club Deportivo Universidad de Chile un sentido más directo de injerencia en la gestión del club”.

¿Cuál fue la respuesta de Clark? “Queremos operar como lo hacen los clubes exitosos, con una fórmula que apunta a traer a las mejores personas y que las decisiones que se tomen sean lo más profesional posible” y llamó a “ordenar la casa financieramente”.

Ahora habrá que ver cómo continúaa esta guerrilla interna, pero lo cierto es se produce justo en uno de los peores momentos deportivos del Romántico Viajero.