La nube negra que se instaló sobre el Centro Deportivo Azul y que originó los despidos del entrenador, Santiago Escobar, y del gerente técnico, Luis Roggiero, de Universidad de Chile, fue enfrentada por el presidente de Azul Azul, Michael Clark.
Y lo primero que dijo el presidente de la concesionaria laica, y que repitió en innumerables oportunidades, fue: “Hemos dado un paso en falso, hemos cometido errores, pero estamos a tiempo de enmendarlos y debemos aprender de ellos”.
También advirtió que esto no era un “borrón y cuenta nueva” y si bien, intenta dejar claro que hay un trabajo de equipo en la institución que dirige, reconoce que “como presidente de la U yo soy -al final- el responsable de todo”.
Pero no sólo hubo lamentos en la rueda de prensa del timonel de la sociedad anónima estudiantil. También se anunciaron medidas. Y la primera de ellas es encontrar “un técnico de primer nivel” para que se haga cargo del equipo a la brevedad.
“Hemos estado realizando gestiones desde el sábado pasado y la idea es que llegue lo antes posible”, sostuvo Clark. Luego añadió que “hemos hablado con varios entrenadores y con algunos no nos ha ido bien y con otros hemos encontrados una gran recepción. ¿Qué es lo que andamos buscando? Un entrenador ganador profesional, moderno y que trabaje con harto rigor para que le devuelva a dar esa intensidad y garra a la U, que estaba oxidada. Pero también necesitamos que posee un compromiso con el fútbol formativo y que tenga un conocimiento importante del medio y de lo que es la U”.
Claro que la llegada de un nuevo adiestrador no termina con las tareas para sacar al Romántico Viajero de la incómoda posición en la que está. También habrá refuerzos, apenas termine la primera rueda (se pueden contratar tres futbolistas) y la búsqueda de ellos, la hará el nuevo gerente técnico: Manuel Mayo. “Confiamos plenamente en su capacidad y él ya venía trabajando con Luis Roggiero. Creemos que la gerencia técnica hay que ajustarla, pero no va a cambiar el importante rol que tiene en el club”, enfatizó la cara visible de la compañía Sartor.
El mismo que tuvo palabras para las críticas que los directores del grupo Schapira (los otros controladores) y los representantes de la Casa de Bello le hicieron a través de los medios de comunicación. “Nunca es fácil oír coas así y me duelen. Pero y vivimos en un país libre y pueden opinar lo que quieran. Sin embargo, no me gustaría seguir comunicando por los medios lo que hay que mejorar o hacer, porque eso no le hace bien a la U. lo que le hace bien es que todos empujemos el carro”, expresó Clark.
Eso sí, dejó claro que estaba dispuesto a escuchar a las voces disidentes, por que “las criticas siempre van a estar. Pero hay formas y lugares para hacerla y si uno quiere a la U no debería hacerlo en forma publica, porque los trapos sucios se lavan en casa”.
Por último, la máxima autoridad de Azul Azul, llenó de elogios a Cristian Aubert -uno de los apuntados como responsable de la crisis- y lo respaldó como gerente general de la empresa. “Cuando nos va bien, a todos nos va bien. Lo mismo pasa si nos va mal. El es un tremendo profesional, una bella persona y quiere mucho a la U. Cristian trabaja mucho, conoce el club como pocos y su nivel de sacrificio por la U es tremendo”, concluyó.