Mientras espera a River Plate: la estadística por la que Colo Colo resalta en la Copa Libertadores

El zurdazo de Vicente Pizarro que significó el triunfo de Colo Colo ante Junior, en el Monumental
El zurdazo de Vicente Pizarro que significó el triunfo de Colo Colo ante Junior, en el Monumental. (Foto: Photosoprt)

El Cacique consolida la idea de juego que le transmite Jorge Almirón. No solo suma buenos resultados. También alcanza reconocimiento internacional.



Colo Colo divide su atención en tres frentes. El Campeonato Nacional y la Copa Chile lo tienen peleando por figuraciones importantes, aunque en este último torneo la opción se avanzar se ve seriamente amenazada por el rotundo e inesperado revés frente a Magallanes, que arrasó con un invicto de 14 partidos. Eso sí, la Copa Libertadores es el certamen que más entusiasma al Cacique y a sus hinchas. La serie frente a River Plate se lleva la atención. Y, de la mano, la ansiedad y el nerviosismo. Y, tras la caída ante los albicelestes, las dudas.

La mezcla de sensaciones también considera al optimismo. Después de ocho meses bajo la tutela de Jorge Almirón, el equipo albo encontró un sello futbolístico. Una identidad que va de la mano de las ideas que le ha transmitido su entrenador, quien llegó al Monumental precedido por un antecedente clave para su contratación: la final que alcanzó en el torneo continental, cuando dirigía a Boca Juniors. Aunque la perdió ante Fluminense, estaba lo suficientemente claro que se trataba de un entrenador especializado en este tipo de desafíos.

La estadística por la que Colo Colo resalta

Para enfrentarse a los Millonarios, el Cacique dejó en el camino a Junior, al que venció en ambos encuentros de la llave, en una situación inédita en sus partidos de eliminación directa en el certamen continental. En esos duelos, mostró una propuesta solvente, que neutralizó las fortalezas de la escuadra de Arturo Hernández.

Para enfrentar al equipo de Marcelo Gallardo, la intención tendrá que similar, aunque el libreto, con seguridad, considerará matices. Lo que está claro es que uno de los principios será mantener el control del balón durante el mayor tiempo posible. Y en esa faceta los albos se han mostrado como verdaderos especialistas.

Una estadística revelada por la Conmebol da cuenta de que el equipo albo es particularmente efectivo a la hora de mantener el balón y hacerlo circular. El recuento, que alude a los pases que han dado los equipos más destacados del torneo, pone al equipo de Almirón en el primer puesto, con 5.970 cesiones entre compañeros.

La cifra cobra especial valor cuando se revisa el listado de los perseguidores que tiene el equipo de Macul en ese apartado. En la lista figuran tres equipos brasileños. El segundo es Atlético Mineiro, con 4.973 pases; el cuarto es Botafogo, con 4.535 y el quinto, Fluminense, el actual campeón, con 4.353. En el tercer puesto figura Nacional, de Uruguay, con 4.779 pases.

Un proceso paulatino

Los albos lucen ahora un modelo de juego agresivo. Con el balón en su poder, suelen lanzarse en ataque con velocidad y ofreciendo varias opciones de finalización. La llegada de Javier Correa le terminó dando al estratega la referencia ofensiva que ocupaba. Aunque el exjugador de Estudiantes de La Plata sigue adaptándose al funcionamiento del equipo popular, es innegable que su jerarquía ya es un aporte considerable. “Uno depende de los equipos en que está, de su idiosincrasia. Primero hay que afianzar, que todos jueguen en equipo. A mí me gusta que mi equipo ataque, que domine. En los que estuve, la posesión siempre fue nuestra. Colo Colo es un equipo grande, que tiene que ganar. A mí me gusta eso. Estoy seguro de que a la gente le va a gustar. Sabemos que los rivales se van a venir atrás y vamos a buscar la forma de ejercer un mayor dominio”, había dicho el DT cuando llegó a Macul.

Tácticamente, Almirón fue probando distintos diseños. Incluso recibió críticas por sus propuestas y las estrategias que diseñaba con la finalidad de obtener rendimiento. “Si uno empieza a hilar fino en la declaración, él le da mérito a su planteamiento. Yo no coincido en esa parte, creo que desdibujó algunas cosas”, apuntó Marcelo Espina, después de la visita a Lima para medirse con Alianza. “Expuso a Marcos Bolados en una posición que sabemos que no va. Después en la lectura del partido, equivocaciones, imprecisiones, no encontrar línea de pase como quiso decir, es parte del juego, es el análisis del entrenador. No creo que sea cargarle la culpa a los jugadores”, agregó el argentino. “Es la lectura cuando un equipo equivoca el camino. Hay que decirlo y el jugador no tiene por qué alterarse. Creo que jugar con tres centrales y esta modificación es no hacer una buena lectura para el partido y creo que no le termina resultando”, añadió.

El Cabezón no fue el único. En las redes sociales también proliferaron las quejas. Algunos hablaron, incluso, de conservadurismo. Hoy, en cambio, nadie le niega la razón. Y, por el contrario, la solidez que fueron encontrando sus dirigidos alimenta la esperanza de una actuación histórica ante el equipo de la banda sangre. En Luque, al menos, esa evolución en el juego del equipo popular no pasó inadvertida. La Almironeta sigue su camino. Ya es conocida en toda Sudamérica.

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