Miguel Droguett (58) es una gloria del ciclismo chileno. Con una nutrida carrera como ciclista, llegó a la selección de pista para buscar encaminarla como entrenador. Año a año, muchos de sus seleccionados fueron cayendo en el dopaje. Estaba al frente del equipo en la época denunciada el domingo en estas páginas por Nicolás González.
¿Cómo era el problema del dopaje cuando fue seleccionador de pista?
Cuando llegué, lo primero que hice fue contactarme con Antidopaje (CNCD). Lo primero que le dije a Pablo Squella fue: “Mira, sabemos que el ciclismo tiene muchos antecedentes y necesito que controles constantemente a los seleccionados”. Incluso antes, junto a él y la PDI, trabajamos para ver cómo podíamos cortar esto. Pero la PDI llegó a la conclusión de que esto no era delito y que ningún fiscal iba a hacer nada.
¿Cómo fue la investigación?
Está todo: los puntos de venta, quién traía las cosas, todo, pero lamentablemente esto no es delito en Chile, a diferencia de lo que ocurre en los países serios en esta materia. Llegué a comprar con la PDI grabando, pero al final no se llegó a nada porque no es un delito.
¿Qué le parece la confesión de Nicolás González?
Lo que hizo Nicolás fue destapar algo que veía, lo que le tocó vivir. Hubo problemas con los controles y eso es la realidad. A mí me tocó vivir una situación muy desagradable con Antonio Cabrera, cuando casi se agarra a golpes con un comisario antidopaje. Eso ocurrió y es verdad. Y Cabrera, con todos los antecedentes, claramente es una persona violenta. Yo como técnico le exigía a la CNCD que hiciera controles, porque era la única forma de evitar que después se me apuntara a mí.
Nicolás dice que Cabrera y Bravo lo dejaron solo, que fueron a beber cervezas para no marcar. ¿Es así?
No sé realmente qué pudo ser, si es que fue algún químico para tapar su examen o algo así. Cuando controlan al deportista uno queda en el aire, no puedes interferir.
¿Qué tan fácil para los deportistas era desaparecer unos minutos en un control?
Mira, cuando estás en la pelouse puedes decir que vas a algún lugar y ahí se les pueden escapar a los lazarillos. Es probable que pueda ocurrir.
¿Cuál era el nivel de control que tenía en la selección?
Uno como entrenador debe mantener una disciplina dentro del grupo y eso fue complicado, porque trabajaba con gente maleducada, prepotente. Recuerdo incluso que una vez un deportista me amenazó con los puños en alto, pero no caí en su provocación.
¿Son actitudes comunes?
No tanto de violencia, pero sí de hostigamientos y presiones. Un ejemplo: una vez, para Cochabamba 2018, me quisieron imponer a Christopher Mansilla en la madison y sacar a Felipe Peñaloza, tengo hasta el correo donde me lo ordenan. Obviamente les dije que no, porque sabía que esa fórmula fue ocupada en Toronto 2015 y no había resultado; sabía que mi decisión estaba bien y respondí con un oro. Al regreso, renuncié, porque no iba a estar trabajando con imposiciones y con gente ligada al dopaje, como Sirinio Saavedra. Esto se lo dije a todo el directorio. Lo más impactante es que para Lima 2019, esta misma gente resultó con dos deportistas positivos: Constanza Paredes y Andrés Silva.
El ex presidente de la Fecichile dice que es un secreto a voces que Saavedra y Gallardo dopan a sus deportistas.
Es que están los antecedentes. La UCI hizo una investigación acá y envió una carta con todas las personas que no pueden participar en el ciclismo chileno. Pero el COCh sí trabaja con ellos. No sé los plazos, pero están los antecedentes. Ellos viven de esto y hacen todo lo posible para no salir de ahí.
¿Qué tan profundo es el problema del ciclismo?
A ver, la WADA da un límite a todo, y si superas ese límite, estás mal. Ahí es donde entra tu profesionalismo y buenos asesores, para no pasarlos. Pero lo de aquí es otra cosa; esto de Chile es dopaje desbandado. Y eso es porque no están bien asesorados. Recuerdo que Norman Macmillan, uno de los médicos que trabajaron con el ciclismo, nos asesoraba y nos explicaba todo. Pero en Chile ahora ocurre otra cosa, con mucha ignorancia. Por eso esto está desatado.
¿El boca a boca que menciona González?
Además, aquí hay gente que lucra con esto. Hay gente que se dice fisiólogo, pero hace un negocio con esto. Hay mucho dinero detrás. ¿Qué ofrecen? Sustancias prohibidas. Sé que cobran entre 500 y 600 mil pesos por un proceso, que es como ellos le llaman. Es gente que vive de esto.
Nicolás dice que Sapete, el masajista, es uno.
Nicolás dio todos los nombres: Sirinio Saavedra y Pilar Gallardo. Y si miras en los Proddar, son los que tienen a todos los deportistas en la selección. Y siguen. El año pasado hablé con un chico, Alejandro Lobera (19, campeón junior) y le quisieron llevar con ellos, le ofrecieron que lo iban a tener siempre en la selección y todo. Ordenan todo.
¿Usted vio otros episodios de indisciplina?
Nunca directamente, no estaba con ellos en la habitación. Pero si Nicolás lo dice es por algo. No puedo dar fe, pero por algo lo dice.