Hace dos años, O'Higgins tenía la mesa servida para conquistar el segundo campeonato de su historia. Sin embargo, Universidad de Concepción, que no peleaba por nada, le ganó en la última fecha, como visitante. Gracias a eso, la gloria quedó para la UC. Hoy la situación se invierte y en Rancagua avisan que quieren bajar a los dos punteros para soñar con la Copa Sudamericana. Miguel Pinto, el arquero de 35 años, lo confirma, pues confía en que la llegada del Fantasma Marco Antonio Figueroa les entregará el impulso.
"Los cambios siempre tienen efectos y este ha sido para mejor. Nos ha despertado, ya que prácticamente estábamos dormidos. Con esto, pretendemos comenzar a cerrar de buena manera el campeonato y buscar la clasificación a la Copa Sudamericana. El equipo lo ha tomado de excelente forma y los resultados lo avalan. El ambiente está bastante bueno.
¿Qué dinámicas han cambiado?
La verdad, cada cuerpo técnico tiene su forma de trabajar. No es que haya cambiado una dinámica o no. Marco y su equipo han sido bastante claros en la forma que quieren que juguemos. Yo creo que eso es fundamental, lo que se hace en la semana, es lo que hacemos cuando jugamos. Él tiene una lectura de los rivales bastante acertada y eso ayuda muchísimo. O'Higgins tiene jugadores con mucho talento y calidad, lo que faltaba era un cambio mental, creerse el cuento y con los trabajos que estamos experimentando, lo hemos logrado. Es un cuerpo técnico muy trabajador y no deja nada al azar.
¿Es muy estricto?
Sí. Hay que estar al 100%, el que no entrega todo, no va estar. Yo personalmente creo que hay que impulsar a dar lo máximo. Si no se da eso, simplemente no se entra en las prioridades de Marco. Todos estamos trabajando a full, ya que sabemos que él quiere un equipo competitivo. El equipo debe poner corazón y cabeza. Desde el primer día nos ha dicho que seamos un equipo agresivo.
¿Por qué O'Higgins bajó tanto?
Veníamos trabajando con Gabriel Milito, un ritmo de juego y tenencia bastante buenos. Por ahí, los resultados no nos acompañaron mucho. Al irse hubo un cambio y llegó Larriera, que no estuvo mucho tiempo y los jugadores no tuvimos la capacidad de lograr lo que el cuerpo técnico quería. Para mí, siempre es muy importante el director de la orquesta y ver bien cómo hacerla funcionar. La verdad es que cuando se pasa por malos momentos, esta función es difícil. Marco aceptó este reto y lo ha sacado adelante con creces. Sin desmerecer lo que hicieron los técnicos anteriores.
Con Larriera se vieron muy mal. ¿Perdieron la confianza en él?
Las intenciones de Larriera eran buenas. Siempre quiso sacar esto adelante. Él es muy comunicativo con el jugador y es una de las personas que más se preocupa del futbolista. Comenzamos bien. Luego de eso, caímos en un bajón del que nunca pudimos salir. Ellos siempre quisieron sacar esto adelante, pero a veces el trabajo no asegura el éxito. El equipo individualmente no anduvo bien y no supimos sacar adelante la presión de una mala racha.
¿Cree que la salida de Milito fue apresurada?
Fue más bien personal. Es uno de los mejores técnicos que he tenido en mi carrera. Su trabajo, a largo plazo, siempre va a tener un efecto positivo. Él nos expresó en su momento que si no lográbamos sacarnos la presión de la gente y el mal momento, daría un paso al costado. Es totalmente respetable su decisión y nosotros nos quedamos con todo lo bueno que nos dejó. Uno no es nadie para criticar.
Ahora enfrentan a la U de Concepción, que los bajó del título en 2016. ¿Van por la revancha?
No hay que ser ciego para ver las cosas como son. El partido frente a Universidad de Concepción es una revancha. El hincha lo toma así y los jugadores también lo vemos de esa forma. El fútbol da muchas vueltas y entrega oportunidades de poner las cosas en equilibrio. Pese a que no estaba acá para ese partido, sé que dolió mucho y, por lo tanto, hay que sentir este sentimiento de revancha. Es muy importante y con bastante historia porque perder un título en casa, como lo fue con los penquistas, duele mucho y sigue doliendo. Si me preguntas si tenemos ganas de devolverles la mano, obviamente que sí. El fútbol es competencia.
Serán clave en la lucha por el torneo. Ahora los penquistas, luego viene la UC...
Nosotros queremos sacar puntos porque anhelamos clasificar a la Copa Sudamericana. Queremos que todo este esfuerzo valga la pena y si no nos alcanza, quedarnos con la frente en alto. Lo principal es llegar a una competencia internacional y para eso necesitamos los nueve puntos que quedan. Si bajamos a un candidato al título, ningún problema.
¿Es una motivación extra?
Nos convertiremos en protagonistas durante estos partidos y eso es algo que debemos transformar en algo positivo. Es muy motivante jugar contra los equipos que pueden salir campeón. Queremos demostrarle a la gente que O'Higgins es capaz de ganarle a cualquiera. Queremos quitarles el título a la UdeC o a la UC y clasificar a la Copa Sudamericana.
¿Cómo ve el arco de la selección chilena?
Rueda está viendo a jugadores. Él también tiene la ayuda de su grupo de entrenadores de porteros, quienes son los que tienen en carpeta a la mayoría de los arqueros chilenos que pueden ser opción para la Roja. Como a los jugadores de campo se les están dando posibilidades, también los arqueros están en esa situación.
¿Hay crisis o ve recambio?
Chile tiene arqueros de sobra para elegir. Creo que todos los que han actuado en los amistosos lo han hecho de muy buena forma. Después el profesor decidirá. No es fácil, pero los que han jugado lo han hecho de muy buena forma. Eso es lo más gratificante.