El Arsenal evitó la remontada del Real Madrid. Los Gunners ganaron en el estadio Santiago Bernabéu y accedieron a las semifinales de la Champions League. Desde 2009 que el cuadro de Londres no se metía entre los cuatro mejores de la Liga de Campeones, cuando Arsene Wenger era el entrenador y rostro del proyecto deportivo. Hoy, con Mikel Arteta en el banquillo, repite la épica.

El español, exasistente de Pep Guardiola en el Manchester City, vive un momento dulce al mando del Arsenal, que vuelve a ser un animador en el concierto internacional, la gran deuda de la institución. Este miércoles, luego de salir victorioso de la Casa Blanca, el exfutbolista analizó lo sucedido.

“Es una de las noches más importantes en mi carrera. Me acordé de mi mujer, mis hijos y mi familia, porque han escuchado toda la semana lo que puede pasar en este estadio. Y me alegro por mis jugadores y por la gente que ha venido a vernos. Hay mucha hambre alrededor del club”, declaró Arteta en el post partido. “Es la primera vez que estoy en este banquillo, en este estadio, y te das cuenta de la capacidad que tiene el Madrid para generar caos. Pero lo hemos controlado muy bien, en general”, añadió.

Respecto al penal fallado por Bukayo Saka, quien picó el penal (un Panenka) y lo atajó Thibaut Courtois, el DT dijo que “ha tomado esa decisión y ya está. Me preocupaba lo que se podía generar a nivel anímico”. Además, Arteta reconoció que se comunicó con Guardiola, su mentor como técnico. “Lo he llamado esta mañana, porque si estoy aquí es gracias a él. Fue mi inspiración como entrenador y como jugador y pasé cuatro años con él. Si estoy aquí es gracias a él”, declaró.

Quien también habló fue Declan Rice, la figura de toda la eliminatoria. El mediocampista, quien anotó dos golazos en la ida, volvió a brillar en Madrid con su despliegue. El ex West Ham United declaró: “Es una noche muy especial para este club, una noche histórica. Tenemos un objetivo en esta competición, queremos jugar contra los mejores equipos y queremos ganar la competición”.

Mientras tanto, Myles Lewis-Skelly añadió: “Como equipo, sabíamos que iba a ser así cuando vinimos aquí y sabíamos que mientras nos mantuviéramos unidos, y siguiéramos apoyándonos unos a otros en los altibajos, estaríamos bien”.