Por eso la Champions es como es. Por jornadas como la de hoy. El Manchester United dio el gran golpe en Francia. De manera agónica alcanzaron el gol que les dio la clasificación a los cuartos de final. Fue 1-3 para los Diablos Rojos, coronando una noche inolvidable. En la otra vereda, otro fracaso continental de un elenco cimentado en el poder económico, que no contó con un Neymar lesionado.

Más allá de la desventaja en la serie, otra complicación que afrontaba Ole Gunnar Solskjaer era la gran cantidad de bajas para hoy, entre lesionados y el suspendido Paul Pogba, expulsado en la ida. Precisamente uno de los descartados en los ingleses era Alexis Sánchez, quien quedó "fuera de circulación" tras el duelo contra Southampton del fin de semana pasado.

Para las intenciones de remontada, el PSG ayudó bastante al United. El primer regalo fue en el segundo minuto de juego. Un mal pase hacia atrás de Kehrer lo captura Romelu Lukaku, quien avanza, se saca a Buffon y anota el 0-1. El dominio del partido pasaba por los locales. Tanto así que tuvieron el 73% de posesión de balón en el primer tiempo. En ese sentido, el empate de Juan Bernat en los 12' era lógico. El lío de los parisinos es que otra falla permitió otro tanto del United. A la media hora, Buffon da rebote a un remate de Rashford. El balón lo captura Lukaku y deja a los Diablos Rojos arriba 1-2.

Estaba todo dado para que los franceses por fin se metieran entre los ocho mejores, pero para el epílogo se aguardaba el clímax de esta película. En los descuentos, un remate de Dalot dio en un brazo de Kimpembe dentro del área. El árbitro recurre al VAR para revisar la jugada. Sanciona penal. En el cuarto minuto de tiempo agregado, Marcus Rashford vence a Buffon y le da el pase al Manchester United. La desazón era evidente en París. Otra vez no pueden superar el umbral de octavos.