Millonarias donaciones y lejos de los lujos: la vida y obra de Sadio Mané que le valió el premio Sócrates
El delantero del Bayern Múnich fue reconocido por su solidaridad en la ceremonia del Balón de Oro realizada este lunes, siendo el primer futbolista en conseguirlo.
El lunes se realizó en París la entrega de una nueva edición del Balón de Oro que coronó a Karin Benzema como el mejor jugador del fútbol masculino y en el que Christiane Endler quedó posicionada como la mejor arquera del mundo y la 12° mejor futbolista a nivel mundial.
Pero además de estos premios tradicionales llegó la oportunidad para que se añadieran otros. Este fue el caso del trofeo Sócrates que premia a aquellos deportistas que han destacado por su acción social en la última temporada.
Así, Sadio Mané, delantero del Bayern Múnich, recibió el galardón por su compromiso con su país, Senegal, donde es visto como un héroe entre sus compatriotas no solo por haber liderado a los Leones de la Teranga en la obtención de la última Copa de África.
“Estoy feliz de estar aquí. No me gusta hablar de mi compromiso, pero hago lo que puedo por mi gente y trato de mejorar las cosas en mi país”, dijo.
Si bien sus características le han permitido ganarlo todo de la mano del Liverpool, incluyendo Champions League, Premier League, Copa FA y Mundial de Clubes, su lado humano le ha permitido también sumar alegrías espirituales. A pesar de todos los millones que ha ganado gracias a su esfuerzo nunca ha perdido la humildad ni la conexión con sus orígenes.
Nacido en 1992 en Bambali, una ciudad de escasos recursos al sur de Senegal, debió crecer en medio de la pobreza donde desarrolló su talento con el balón, aunque sin contar con el apoyo necesario.
“Se me consideraba el mejor jugador del pueblo, pero nadie en mi familia quería que fuera futbolista. Yo estaba totalmente convencido que podría alcanzar el éxito, pero no sabía cómo”, comentó en el documental Made in Senegal.
Mientras trabajaba para ayudar a su familia se hacía el tiempo para seguir practicando, hasta que cuando cumplió 15 años de decidió a partir a Dakar para tener mejores oportunidades. Allí asistió a una búsqueda de talentos organizada por el Metz francés donde el técnico Olivier Perrin decidió contratarlo, uniéndose a la academia formativa en 2011, logrando ascender al primer equipo y continuar su carrera en Southampton, Liverpool y ahora el Bayern Múnich.
Héroe para su pueblo
Gracias a sus ingresos, Mané ha intentado mejorar las condiciones de su ciudad natal consiguiendo algunos servicios con los que él ni su familia pudieron contar en sus primeros años. Por lo mismo donó US$ 693.000 para la construcción del primer hospital de Bambali, siendo parte además de la supervisión del proyecto que incluye consultorios, instalaciones dentales y departamentos de maternidad.
“Recuerdo también que mi hermana tuvo que nacer en nuestra casa por la falta de un hospital. Fue una situación muy triste para todos. Ahora construiremos uno para dar esperanza a todo el pueblo”, apuntó en 2021.
Pero eso no ha sido lo único. En 2017 entregó US$ 234.000 para la construcción de una escuela secundaria. También envía 70 dólares mensuales a las familias de su barrio, ha desarrollado programas de prevención del VIH y donó US$ 56.600 para ayudar a su país por la pandemia del Covid-19. También construyó una estación de gasolina y ha conseguido suministrar a su pueblo de internet 4G.
“Yo pasé hambre, trabajé en el campo, sobreviví a tiempos difíciles, jugué descalzo y no fui al colegio. Hoy, con lo que gano puedo ayudar a la gente”, ha manifestado.
Sencillez
A pesar del alto salario que recibe desde el Bayern Múnich, que le permitiría vivir con grandes lujos, ha preferido seguir una línea de sencillez. “¿Para qué querría 10 Ferraris, 20 relojes de diamantes o dos aviones? ¿Qué harán esas cosas por mí y por el mundo? No necesito coches de lujo, casas, viajes ni mucho menos aviones. Prefiero que los míos reciban un poco de lo que la vida me ha dado”, comentó hace algún tiempo.
Otra muestra de esto es el duelo que protagonizó en Bambali dos semanas después de haber conseguido la Champions League en el Stade de France. Mané apareció en su barrio para ser parte de un partido que se disputó en una cancha de tierra cubierta de barro.
Allí también estuvieron presentes Elhadji Diouf, Papiss Demba Cissé y Mbaye Diagne, todos campeones junto a Mané en la reciente Copa Africana de Naciones. Los rivales fueron los amigos del actual jugador del Bayern.
También reflejó su humildad cuando a finales de 2019 llegó junto al plantel del Liverpool al estadio Anfield sosteniendo un celular con la pantalla quebrada y con audífonos con cable en lugar de unos con conexión inalámbrica.
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