Fue una noche de olvido para el delantero chileno de Bolívar Ronnie Fernández. Quien se alzara como uno de los héroes en la clasificación a cuartos de final de la Copa Libertadores, vivió una jornada amarga en el Beira-Rio de Porto Alegre.
Internacional ganaba cómodamente 2-0 y sellaba su paso a la semifinal con dos goles del ecuatoriano Enner Valencia, quien anotó a los 11 y 60 minutos para la ventaja de O Colorado.
Sin embargo, una jugada pudo cambiar en parte el rumbo del partido. A los 82 minutos un remate al arco de un jugador altiplánico rozó en la mano del defensor colombiano del cuadro gaúcho Nico Hernández, quien había entrado para asegurar el resultado.
Aparentemente, pasó inadvertido para el juez uruguayo Esteban Ostojich, mas no para el VAR que advirtió al juez uruguayo sobre la infracción. Después de revisar las imágenes, el pito no dudó en cobrar el penal.
Se jugaba el minuto 85. Fernández tomó la pelota con decisión y se paró frente al meta uruguayo Sergio Rochet. Sin embargo, su disparo careció de ubicación y potencia.
Un bando balón que terminó en las manos del golero de Inter, quien incluso no dio rebote y con insospechado lujo se quedó con la pelota para desatar el delirio de los más de 50 mil hinchas, quienes corearon su nombre.