Mirando a Los Ángeles 2028: ¿qué nuevos deportes serán olímpicos y cuáles corren riesgo de desaparecer?

Los Juegos Olímpicos de París 2024 llegaron a su fin. Por lo mismo, Los Ángeles 2028, sede de la próxima cita de los anillos, comienza poco a poco a tomar la posta. La semana pasada, el Comité Olímpico Internacional hizo oficial que el flag football formará parte del programa de los próximos Juegos. Además, se sumará el críquet, el lacrosse y el squash, que ya fue olímpico en Tokio 2020.

“La elección de estos cinco nuevos deportes está en línea con la cultura deportiva estadounidense y mostrará deportes estadounidenses icónicos al mundo, al tiempo que traerá deportes internacionales a Estados Unidos”, dijo Thomas Bach, el responsable del Comité Olímpico Internacional. Entre las disciplinas que están en la mira para evaluar su continuidad son el boxeo, por la tensa relación que existe entre el COI y la Asociación Internacional de Boxeo, que está marcada por acusaciones cruzadas de corrupción y escándalos con algunas boxeadoras. A esa lista se le suma el pentatlón moderno, que buscará adaptarse en otras competiciones. El que sí o sí desaparecerá es el breaking, que se sumó en París con la intención de sumar más jóvenes a la cita de los cinco anillos. Su aporte, sin embargo, no fue valorado.

La NFL, con una de sus figuras, Jalen Hurts, quarterback de los Philadelphia Eagles, se encargó de anunciar la noticia de que el Flag football será el nuevo deporte que entrará en la cita olímpica .En un registro se aprecia al nacido en Texas lanzar un ovoide en llamas al pebetero del Memorial Coliseum de Los Ángeles, estadio que fue sede de los Juegos Olímpicos de 1984. La estrella estadounidense cierra el video diciendo “Es nuestro turno”.

“La entrega olímpica de París a Los Ángeles es una oportunidad increíble para que nuestro embajador mundial de la flag football, Jalen Hurts, encienda el entusiasmo en torno a la inclusión de este deporte en el programa de 2028″, declaró Peter O’Reilly, vicepresidente ejecutivo de la NFL.

“Como uno de los deportes de más rápido crecimiento a nivel mundial, el flag football tiene un impulso increíble y Los Ángeles 2028 destacarán el deporte al más alto nivel y en el escenario más grande del mundo”, agregó.

Cabe destacar que esta modalidad es una variante del ya conocido fútbol americano, y que nunca ha sido parte de los Juegos Olímpicos. Es una modalidad sin contacto, en donde en vez de golpear al adversario y tirarlo al piso para terminar la jugada, hay que intentar arrebatarle la bandera que tiene puesta en la cintura. No obstante, el objetivo es idéntico: llegar corriendo o pasando la pelota al lugar de anotación contrario.

Cuando un jugador logra robarle la bandera a un oponente, el juego se para y empieza otra jugada, igual que cuando hay un placaje o una tacleada en el fútbol americano. Las normas son prácticamente las mismas, simplemente, se limita el contacto físico.

La normativa del flag football europeo está regida por la IFAF (lnternational Federation of American Football). Básicamente, las normas de juego están basadas en las del fútbol americano, con ligeras diferencias. El objetivo es el mismo, hay cuatro oportunidades (hasta 4 downs o robos de bandera), para llegar a medio campo. Y una vez se ha llegado a medio campo, hay otras 4 oportunidades hasta el final para marcar en campo contrario (touchdown).

Aunque hay registros anteriores, el flag football se popularizó en la década de los 40 en las bases militares de los Estados Unidos. Los soldados no podían arriesgarse a lesionarse jugando al fútbol americano. De modo que, substituir un placaje por la acción de robar una bandera, hacía el juego más seguro e igual de emocionante.

El número de niños y niñas de entre 6 a 12 años que juegan al flag football en Estados Unidos ha aumentado un 38% en los últimos años, incluso superando la cifra de los que juegan al fútbol americano. Son datos de un estudio de la Sports & Fitness Industry Association, que analiza las tendencias deportivas juveniles y que difundió The New York Times.

Este crecimiento se atribuye a la creciente preocupación por las lesiones cerebrales y problemas neurocognitivos que pueden ocasionar los placajes propios del fútbol americano en niños y niñas que están en pleno desarrollo.