Mirando al culpable y con una arquera improvisada: la desesperada búsqueda de una golera en la Roja para jugar por el oro en Santiago 2023
Christiane Endler y Antonia Canales ya están en Europa para reincorporarse al Olympique de Lyon y el Valencia. En Quilín y en Pinto Durán, idean la fórmula para enfrentar la emergencia que implica quedarse sin portera para la definición. También apuntan al responsable.
Chile no terminó de celebrar la victoria sobre Estados Unidos, que le permitirá pelear por la medalla de oro en los Juegos Panamericanos ante México, cuando chocó de frente con un problema mayúsculo. O, en rigor, con dos. El primero ya es ampliamente debatido: el anuncio de Christiane Endler de dejar la Selección, una situación que incluso escaló hasta las autoridades gubernamentales, como la ministra de la Mujer y de la Equidad de Género, Antonia Orellana. El segundo, de consecuencias más inmediatas: la ausencia de una golera para la definición ante las aztecas pone al cuerpo técnico de Luis Mena en un problema difícil de resolver y, principalmente, en el primer cuestionamiento de su gestión al mando del combinado nacional, en el que llegó a reemplazar a José Letelier.
Endler y Antonia Canales, las dos especialistas en el puesto que convocó Mena ya están en Europa. Viajaron este miércoles al Viejo Continente. La primera, para reincorporarse al Olympique de Lyon. La segunda, para volver a sumarse al Valencia. En ese contexto, al entrenador no le quedará más que improvisar en un encuentro que también podría instalarle en la historia dorada del deporte chileno.
La carta
El ex defensor de Colo Colo prueba a una golera de emergencia. En rigor, intenta adaptar a una jugadora de campo para cumplir con una misión clave en cualquier partido de fútbol, pero que cobra mucha mayor relevancia por tratarse de un partido que definirá un título. En ese contexto, la que tiene mayores opciones de calzarse los guantes es Yenny Acuña.
La conclusión proviene de los entrenamientos. La delantera de Santiago Morning ha sido la más interesada en ocupar la posición durante la preparación, principalmente en ejercicios puntuales o en los desafíos que suelen plantearse los futbolistas durante las prácticas. En las últimas horas, esa inquietud se ha transformado en una tarea más seria: la atacante ha tenido que cumplir preparación específica para adquirir, en tiempo récord, algunos fundamentos básicos de un puesto complejo. Todo lo que consigna en esos ejercicios, será, en rigor, una ganancia.
La segunda opción que maneja el estratega es la de Franchesca Caniguán, atacante de Universidad de Chile. La decisión, naturalmente, tendrá que esperar. Mena y sus colaboradores asignarán las próximas horas a la preparación y al análisis de las potencialidades de cada una para el puesto. También se evalúa a Fernanda Pinilla.
La otra búsqueda
La otra búsqueda es más compleja: la del responsable del desaguisado. Públicamente, las primeras miradas apuntaron a Mena. El técnico es el encargado de definir la lista y a muchos les cuesta entender por qué no incluyó a tres guardametas, como suele suceder en las competencias internacionales. En ese contexto, internamente surge una explicación. A diferencia de otras competencias, como los Mundiales, en las que se puede inscribir 23 futbolistas, en los Juegos Panamericanos solo se permiten 18 jugadoras. Y ahí la conclusión fue que destinarle tres lugares a las porteras habría reducido drásticamente las alternativas para las jugadoras de campo.
Sin embargo, había una convicción mucho más poderosa: si bien se concebía que la permanencia de Endler para la instancia decisiva era compleja, se confiaba en la opción de retener a Antonia Canales para que asumiera la responsabilidad de defender el pórtico ante la ausencia de Tiane.
En principio, todo indicaba que el club español tampoco pondría obstáculos. Nadie contaba con otro infortunio: a los ches se les lesionaron Enith Salón y Marina Llàcer, las otras porteras del plantel, con la competencia local en pleno desarrollo. Este fin de semana, el Valencia debe medirse con el Sporting de Huelva. Actualmente, figura en el noveno puesto, con ocho puntos.
Aún así, en Peñalolén apuntan a otro factor, con nombre y apellido: el encargado de cerrar las tratativas con el club español por Canales era el coordinador Manuel González. Al funcionario se le culpa, ahora, por no haber suscrito un pacto más concreto con los blanquinegros y por dejar flancos abiertos, precisamente, para que la cuidavallas tuviera que regresar. Reglamentariamente, eso sí, no había mucho margen para hacerlo. La obligación de los clubes en términos de la cesión de las futbolistas, como ocurre con los hombres, se remite exclusivamente al período contemplado en las fechas FIFA. Esta se extendía entre el 23 y el 31 de octubre. Todo lo demás dependía de la voluntad de los dueños de las deportistas. Y en el caso de Canales esa voluntad chocaba con una urgencia.
La jugada
En Quilín no pararon de idear la forma de enfrentar la emergencia con una nueva especialista entre los palos. En principio tuvieron en mente citar a la golera azul Gabriela Bórquez, quien ha sido parte del proceso de Mena, pero recibieron el portazo de Panam Sports que, en definitiva, echó por tierra la opción de un reemplazo por la vía de una situación de fuerza mayor.
La última opción que alcanzaron a explorar iba en un sentido parecido: certificar la lesión muscular de la defensora Su Helen Galaz como inhabilitante y utilizar ese cupo para citar a Bórquez. Sin embargo, la objeción habría resultado casi automática. Y tampoco estaba la certeza de que esa consideración, que opera en algunas competencias, como el Campeonato Nacional, pudiera aplicarse a los Panamericanos.
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