Guillermo Pereira rozó la gloria. Al chileno se le escapó en el último hoyo la chance de coronarse campeón del PGA Championship, uno de los cuatro majors del máximo circuito del golf mundial. Terminó tercero. Pero lideraba hasta el agujero 18, donde un mal tiro que terminó con la pelota en el agua acabó con su sueño de hacer historia, justo después de que pudo amarrar el triunfo con una pelota se varó en el bode del hoyo, impidiéndole asegurar la victoria. De todas formas, su actuación fue brillante y, quizás, inesperada. Compitió de igual a igual con los mejores. Notable, considerando que se trata de un debutante en el tour.
Ya había demostrado que estaba para cosas grandes en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, cuando rozó la medalla de bronce, pero debió conformarse con un cuarto lugar. Pero ahora tampoco ser. Pese a ello, demostró todas sus capacidades, como si se tratara de uno de los participantes más experimentados. Concluyó con una tarjeta de -4, a solo un golpe de Will Zalatoris y Justin Thomas, quien se quedó con la corona tras el desempate.
El nacido en Pirque sabía que todos los ojos iban a estar sobre él. Que la presión en este tipo de instancias, más aún en este tipo de torneos, es inevitable y que sus adversarios, aquellos que lo terminaron escoltando el domingo, iban a dar su máximo esfuerzo para intentar alcanzarlo en la cima. Aunque los nervios eran evidentes, daba la impresión que Mito los manejaba bien y que lograba mantener el ritmo de los días anteriores, en los que brilló ante la mirada del universo entero.
La misión era nada más y nada menos que hacer historia en el Southern Hills Country Club de Oklahoma, en el segundo major del año. Pereira, quien salió al campo acompañado por el inglés Matt Fitzpatrick, mostró seguridad para que así fuera, en una primera pasada que no se le hizo fácil. Tras rozar un birdie en el segundo agujero, el par se le escapó en el tercero, viéndose obligado a sufrir su primer bogey del día y dar un paso atrás.
Fue entonces que Zalatoris encendió la definición. Se anotó con un birdie en la cuarta bandera y quedó a un solo tiro del chileno, quien pudo hacer por su cuenta en el mismo agujero lo que había hecho el norteamericano, pero la pelota otra vez pasó cerca y tuvo que conformarse con un par. Desaprovechar aquella chance le complicó el panorama a Mito, pues su adversario consiguió su segundo golpe bajo el par de manera consecutiva y lo igualó en la cima, aunque con un hoyo de ventaja.
Pero luego la suerte se puso del lado de Pereira. Zalatoris, en la bandera seis, envió la pelota después muy cerca del límite del campo, dejándola prácticamente imposible de jugar. Una salvada impresionante le hizo cometer un bogey, algo que el norteamericano de todas formas festejó, pues, de no haberlo logrado, el líder se hubiera escapado más aún en el liderato. Aquello lo mantuvo con esperanzas, en lo que venía siendo un mano a mano de lujo.
Mientras el estadounidense sufría, simultáneamente Mito quedaba nuevamente ad portas de su primer birdie del día, tras un tiro espectacular. Y lo consiguió, para retomar su ventaja inicial de -9 y enfrentar lo que restaba de la primera pasada con una mayor cuota de tranquilidad. Aunque la pelea seguía al rojo vivo, Mito gozaba de una ventaja de dos golpes sobre sus rivales.
El norteamericano siguió decayendo y embocó un nuevo golpe sobre el par, en la séptima bandera. Eso le dio una gran chance a Mito. Sin embargo, el nacido en Pirque no pudo aprovecharla, pues también exhibió dificultades en el mismo hoyo y solo lo superó con un bogey, lo que reiteró en el octavo agujero, dejando que en -7 su score momentáneo y quedando con solo un impacto de ventaja sobre Zalatoris y Cameron Young, quien a esa altura también se metía en la lucha.
La pasada final estaba siendo pareja. Hasta que el hoyo 12 hizo de las suyas. Primero, con Zalatoris, quien cometió un bogey para quedar con -5 y bajar al tercer puesto, dejando a Young como el más cercano seguidor de Mito. Lamentablemente para el chileno, también sufrió en el mencionado agujero, tal como lo hizo en todos los días anteriores, y le permitió al de New York igualarlo en la cima.
Así, parecía que Pereira tenía un nuevo adversario. Sin embargo, el norteamericano se atascó en la bandera 14, donde hizo un bogey que lo dejó igualado otra vez con Zalatoris. El puntero, por su parte, no desaprovechó la ocasión para conseguir un birdie en la 13, luego de rozar un eagle para posicionarse mejor aún. En ese momento, dominaba la prueba con -7, a dos golpes de sus principales rivales.
El debutante esta temporada en el PGA Tour ya entraba en tierra derecha. Y aún dependiendo de sí mismo, pese al tiro sobre el par que sufrió en el agujero 14 y que acortó la distancia con sus escoltas. Mito no lograba aprovechar sus opciones de encaramarse en la cima y mantenía intacta la esperanza de sus oponentes, incluso la de Justin Thomas, que sobre el final escaló al segundo lugar, amenazando a Pereira con toda su experiencia y cerrando con -5, a la espera del término de la ronda del nacional, que tenía la victoria en sus manos. Zalatoris también alcanzó a su compatriota.
Mito mantuvo el foco y no decayó. Con dos hoyos por delante, seguía en lo más alto. Su sed de corona era notoria. No quería dejar escapar la chance de hacer historia. En el hoyo 17, parecía que quedaba a puertas del cielo, con una pelota que se paró al borde del agujero.
Pero ocurrió la desgracia. Pese a que se notaba con la concentración a tope, un mal swing le pasó la cuenta al final. La pelota cayó al agua y sus opciones de ser campeón directo se vieron esfumadas. Solo un bogey podía salvarlo, instalándolo en el desempate, y no lo logró, dándole, de paso, la oportunidad a Zalatoris y Thomas de definir al campeón en los playoffs.
Lo de Pereira, aún así, es histórico. Porque nunca antes un chileno había logrado finalizar una ronda en el Top 3 de la competencia y este estuvo ahí desde el viernes, mandando en la cima hasta el último agujero, donde ocurrió la desgracia. El de Pirque demostró que es un ganador. Y aunque esta vez no pudo ser, sus adversarios saben que con él nunca será sencillo.
Niemann se despide encerrado en la irregularidad
No estaba siendo el mejor torneo para Joaquín Niemann. El talagantino fue de más a menos entre el jueves y el sábado, siendo este último su día más bajo en la competencia. Una posible corona dependía prácticamente de un milagro, de una actuación extremadamente sobresaliente. Se presentó al último día con una tarjeta acumulada de +1, a 10 tiros de Pereira. Y ante esto, su finalidad era lograr un cierre positivo para despedirse en los puestos de avanzada.
Pero tal como fue la tónica de Joaco en el certamen, la irregularidad volvió a darle un cachetazo a sus aspiraciones, en una cancha que le trajo varios dolores de cabeza. Terminó con un score total de +2, que lo mantuvo en el puesto 23, donde concluyó el domingo. Pagó caro sus errores y su tarea estuvo lejos de cumplirse.
Niemann, quien realizó el trayecto acompañado por el australiano Cameron Smith, comenzó con un punto a favor. Se quedó en par hasta el hoyo tres, donde consiguió su primer birdie del día, firmando así un buen arranque. Hasta entonces todo bien, pero luego vendría lo peor. Porque el nacional nuevamente fue de menos a más, mostrándose muy impreciso en las banderas siguientes.
Fue en el agujero seis que se detonó la bomba. Una pesadilla que puso cuesta arriba su objetivo del día y de la que no pudo recuperarse, pese a un final con buenas luces. Fue un tropiezo potente, con un doble bogey en la bandera seis, por lo que estaba obligado a reponerse lo antes posible, pero no pudo. Lamentó un tiro sobre el par en la siete y otra más en la 10.
Para entonces, Joaco ya estaba completamente nublado y su meta, que era escalar puestos en la tabla, cambió a maquillar de manera urgente un opaco score, algo que logró con un birdie en el hoyo 13 y luego otro en el 17, para dejar su tarjeta del día en +1.
El talagantino estuvo lejos de su mejor versión, pero no es sorpresa que cuando está bien el PGA Tour puede darle batalla a cualquiera. Amargo cierre para Niemann, quien acompañó hasta el final a su compatriota, alentándolo a conseguir la corona que finalmente no se dio. Joaco finalizó a seis golpes de Pereira y siete de los líderes.