No se está descubriendo la pólvora al afirmar que, en el último lustro, los duelos entre el Liverpool y Manchester City son de lo más atractivo del fútbol mundial. Esta vez no fue la excepción. Sin la alta cuota goleadora de las veces anteriores (los últimos encuentros habían sido 3-1, 2-2 y 2-2, para ejemplificar), la dinámica estuvo igual. Mohamed Salah le dio el triunfo a los de Jürgen Klopp, con un gol a quince minutos del final.

Ni siquiera el hecho de que los reds no pasen por su mejor momento —llegaban undécimos— les resta poderío frente a los Guardiola, a quienes parecen haberles tomado la mano hace tiempo. Con este, ya acumulan cinco encuentros invictos frente a los citizen. Cuando parecía que la escuadra de Foden y Haaland era invencible, apareció Mo Salah, alicaído en el inicio de la temporada.

Como se acostumbra en los Klopp-Guardiola, el guion tenía elementos estudiados, pero la sorpresa prevalece. Sabemos por donde va ir la película y aun así el final es un misterio. Por ejemplo, no es difícil prever que el balón rotara más entre los botines de los futbolistas del club de camiseta celeste —hoy de amarillo—, con los rojos siendo capaces de generar peligro con ataques veloces.

En ese contexto, emergieron como buenas figuras los centrales del Liverpool, Joseph Gomez y el imperial Virgil van Dijk. Phil Foden y Erling Haaland arribaban a la ciudad de los Beatles con un antecedente demoledor en lo que a conquistas respecta. Sin ir más lejos, el noruego registra 20 goles en 14 partidos. Pero esta vez no pudieron. Primero al chocar con la zaga, y cuando los superaba al encontrarse con el correcto Alisson Becker, que repelió un remate complicado a ras de piso.

El portero brasileño no solo fue clave para evitar la caída de los suyos cuando el marcador iba 0-0. A los 76′, se disfrazo de asistidor. El golero cortó un centro tras un tiro libre y lanzó un balón largo al egipcio Mohamed Salah. El africano superó a Joao Cancelo y mano a mano no erró. Definición sutil para batir a Ederson. Minutos atrás, había tenido una muy similar, que el sudamericano envió al córner con la punta de sus dedos.

La dinámica era clara. El Manchester City construía y el Liverpool aprovechaba la velocidad de sus atacantes. En esa construcción, los visitantes lograron superar una vez a la férrea defensa roja. Iban ocho minutos del complemento cuando Phil Foden la enviaba al fondo de las redes tras una arremetida de Haaland que finalizó con el balón boteando en el área chica. El artillero chocaba con el golero y el inglés llegaba a definir. Era la apertura de la cuenta. No obstante, el colegiado Anthony Taylor fue llamado al VAR y anuló la conquista. En la génesis de la acción, el goleador tomó de la camiseta a Fabinho. Infracción y tiro libre. Sin goles aún.

Más adelante vino la descrita acción del único tanto del partido. Los últimos instantes fueron un ir y venir. El City lo buscaba. El Liverpool tenía chances de contraataque. Pese a los embates, el marcador no se movió más. 1-0 cuando el cronómetro marcaba los 90′+7′. Con los tres puntos, los de Klopp escalan al octavo lugar, con 13 unidades. Los de Pep Guardiola, por su parte, siguen segundos. Ahora a cuatro positivos del Arsenal, que durante la mañana del domingo venció por la mínima al Leeds United.

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