Joaquín Montecinos (25) dice que el partido del lunes entre Iquique y Coquimbo, dos de los rivales con los que Audax Italiano lucha por eludir el descenso, no lo pudo mirar completo. “La verdad es que lo vi a ratos, con nervios, porque uno ya empieza a pensar en todo, en la posición en la tabla. Estamos muy complicados. Ahora se nota mucho más, porque se están terminando los partidos pendientes, entonces se sabe cómo va a quedar la tabla. Dentro de todo, el empate fue bueno para nosotros. Ahora, tenemos que ratificarlo con un triunfo, sí o sí, el fin de semana. Tenemos que rescatar algo. No nos podemos quedar con las manos vacías. Eso nos dejaría aún más complicados y con la opción, que no está tan lejos, de descender. Tenemos que tener una mentalidad fuerte, salir a ganar estos tres partidos como sea y jugarlos como una verdadera final”, plantea en El diván del Kily, de eldeportivo.cl.
Han pasado un poco colados con el compromiso del descenso. Todos hablan de Colo Colo, de Iquique, de Coquimbo y hasta de la U. ¿Asumen que, como ellos, están en una situación compleja?
Sí. Asumimos hace rato que Audax está en una situación compleja. Lamentablemente desperdiciamos dos partidos que eran el momento de salir de ahí, que fue cuando perdimos con Everton y después con La Calera. Esos dos partidos nos dejaron con esa posibilidad de descender. La mentalidad siempre fue que estábamos ahí. Jamás nos creímos que la situación estaba salvada, que ya nos quedamos en Primera o nos pusimos a pensar en copas internacionales. Hace mucho rato que dejamos de pensar en eso. Después, la mentalidad está puesta en salvarse como sea.
¿Y cómo se trabaja para salvarse? ¿Es distinto a cuando se pelea por un título o por llegar a una copa?
Obviamente la planificación cambia. Te hace tener un ambiente más tenso. Es lógico. Tienes que estar con los dientes apretados hasta en los entrenamientos, trabajar a mil. El jugador no solo tiene que trabajar físicamente, sino también mentalmente. Son partidos en que necesitas estar frío, fuerte. No te puedes echar a morir cuando te hacen un gol. O no puedes marcar uno y creer que tienes la tarea hecha. Son aspectos sicológicos que se trabajan mucho cuando uno está ahí abajo. Esa fortaleza de entregarse por completo tiene que ser aún más grande. El que juegue y el que no. La tarea la saca todo el grupo. Con huevos, sacrificio, siendo positivos.
¿Ese trabajo mental está a cargo del técnico o tienen algún sicólogo deportivo?
Al último se agregó una coaching deportiva, Caro, que nos ha ayudado bastante en ese sentido, de enlazar esos distintos caminos para ser un grupo más fuerte. Creo que se necesita en el deporte de alto rendimiento. El aspecto sicológico en un jugador es súper importante, porque uno es persona, uno siente. Los jugadores tienen distintas emociones. Hay algunos que son más débiles de mente, otros que van a ser más fuertes. Entonces, hay que equiparar todas esas fuerzas para ser un grupo mucho más fuerte, unido. Hemos trabajado en eso para llegar en la mejor forma a jugar nuestra primera final, ante O’Higgins. Todos juntos. Es una frase cliché en el fútbol, pero suma mucha fuerza. Si estamos todos comprometidos, la dirigencia, el cuerpo técnico y los jugadores, el resultado puede ser mucho más positivo. El compañero que se tira al piso contagia al otro que va a cabecear. O a la segunda pelota vas con todo. O en el mano a mano quieres comerte al rival. Todo eso suma.
Y ustedes, como grupo, ¿qué han hablado? ¿cómo manejan el momento? ¿quién lo hace?
Hay un rol súper importante que ha asumido el profe Vitamina (Pablo Sánchez). Ha intentado darnos, desde su experiencia, una inyección anímica, su respaldo. Ha buscado alternativas para que todo funcione. Entre los jugadores, hay varios que asumen este rol, como el Toto Fernández, el Nico Crovetto. Osvaldo (Bosso), que es el capitán. Yo también trato de entregar ese mensaje de energía, de ser positivos. Entreno a mil y trato de entregar ese mensaje de que cuando entrenas a mil en los partidos se hace más fácil. Uno está acostumbrado. Cuando uno trabaja en la semana, el fin de semana es la prueba final. Si uno ve que un compañero está mal, hay que lanzar ese mensaje de apoyo, de despertarlo. Que todos se sientan con esa importancia.
Esta campaña le costó el puesto a Paqui Meneghini, ¿qué ha cambiado entre ese ciclo y el actual? ¿Qué ha tratado de corregirles Vitamina?
Del profe Paqui estoy súper agradecido, porque fue el que hizo fuerzas para traerme. Tiene una capacidad tremenda. Es un tipo muy estudioso. Esto es de resultados, él lo sabe más que nadie. Y cuando no resultan las cosas, si se sigue forzando, la situación puede empeorar. Él tomó la decisión de partir, pero creo que es un gran profesional, que le entregó mucho a muchos jugadores. Es un técnico muy táctico, pero en otro lugar le puede ir muy bien. Vitamina vino con una energía tremenda a entregar toda su experiencia. Con simpleza. Nos pide ser un equipo fuerte, defensivamente, compacto. Ha tratado de trabajar de esa forma. De que todos seamos parte de todo. Hace charlas individuales para entregarnos su experiencia. Nos ha hecho muy bien. Vamos a sacar la tarea adelante como sea, porque Audax es un gran club. Tiene todo. Una dirigencia muy ordenada, un complejo hermoso. Depende de nosotros. Las herramientas las tenemos.
¿Cuánto les puede afectar tener que salir del Bicentenario de La Florida para el duelo ante Iquique?
Lamento que se haya manejado la situación como se manejó. No se respetó mucho al club, por todo lo que sabemos internamente. El club tuvo que actuar muy rápido. Lamentablemente, no hay tiempo para lamentarse. Queda muy poco para jugar. Ser local es importante, pero no podremos. Hay que cambiar la mentalidad. Otra vez, un aspecto sicológico en estos momentos. Pero da lo mismo. Si tenemos que ir a Puerto Montt, tenemos que hacerlo igual y sacar la tarea igual. Ya no es excusa, porque la cancha que nos den va a ser buena. Se decidió jugar en el Estadio Nacional. Es una tremenda cancha, que todos conocemos, porque hemos jugado ahí. Ahora hay que trabajar más que nunca, vivirlo de la misma forma que en La Florida. Obviamente es distinto, porque es nuestra cancha, es complicada, no les gusta a los jugadores rivales. Le sacamos provecho. Pero ya no es así y yo trato de cambiar el chip e iré al Nacional como si fuera nuestra cancha.
¿Empaña esta urgencia por evitar el descenso la alegría personal que significa debutar en Primera División?
La verdad, no. Me lo he tomado como un aprendizaje. Este tipo de experiencias suman a mi carrera. El fútbol es un todo. No solo lo que uno hace el fin de semana. Es ir a entrenar, conocer a los compañeros, el sistema, la dirigencia, los cuerpos técnicos. Me hubiese gustado no pasar por esto en mi primera experiencia en Primera, pero es lo que me tocó y estoy feliz, con toda la intención de sacar esto adelante. Quiero aportar mi granito de arena. Creo que todo lo que nos va pasando en la vida, a todos, es experiencia pura, es aprendizaje puro. Me lo tomo de esa forma. Es lo que me tocó y tengo que vivirlo de la mejor forma, intensamente, como soy yo, que soy súper pasional y trato de entregarme siempre por completo. Obviamente, espero revertir la situación y que en la última fecha estemos salvados para llegar a casa en busca de ese relajo de cuando el relajo valió la pena y poder recordarlo como una buena experiencia y como un desenlace malo.