A sus 36 años, Walter Montillo se retiró del fútbol profesional. El 3-1 de Universidad de Chile frente a Deportes Antofagasta fue su último partido y tras el pitazo final, el volante argentino no se guardó nada. Agradeció a la afición, recordó a su seres queridos fallecidos por el Covid-19, y criticó a quienes, según sus palabras, tuvo que rogarles para seguir jugando en la U.
“Quizás fue prematura la decisión de retirarme, pero la verdad me costó tanto venir acá que seguir mendigando para seguir jugando... la verdad es que no tenía ganas”, disparó Montillo a TNT Sports. “Tampoco tenía ganas de ponerme otra camiseta. Quería despedirme con esta camiseta”, agregó.
El oriundo de Lanús detalló las situaciones que, según él, debió aguantar todos estos meses: “Que yo quería echar al técnico, que no tenía ganas de jugar. Yo solo traté de ayudar. Por eso me voy en paz, pero ya me había cansado de mendigar para estar con esta camiseta. Lo disfruté, sí. Pasó rapidísimo, sí. Ojalá que el club haya tenido tiempo suficiente para contratar a otro jugador, o que otro chico asuma la responsabilidad de ser el armador”.
Un emocionado Montillo recordó a su padre y abuelo, ambos fallecidos por el coronavirus en 2020: “Fue un año muy difícil, me han pasado cosas difíciles que todo el mundo sabe, este virus me pegó fuerte. Intenté ser lo más fuerte y comprometido posible, pero son pérdidas muy grandes porque el que me enseñó a jugar a la pelota fue mi padre”.
Sobre un posible arrepentimiento, el ahora exjugador lo descartó asegurando que en la U no todos lo quieren: “La decisión está tomada porque siento que para vos quedarte en un club todos tienen que querer que te quedes. Cuando sientes que no es así, que siempre te están buscando la edad o que no aguantas los 90 minutos, te cansas. yo me canso”.
“Es como que todo el tiempo tienes que demostrar, y yo a mi 36 años ya no tendría que estar demostrando en todo momento. No al hincha, sino a la gente del club. Andar mendigando para quedarme no es mi estilo”.
Por último, el profesional de 36 años se mostró contento por dejar a la U lejos del descenso y en zona de Libertadores: “Me quería ir en paz y creo que dejando al club en tercera posición es hacerlo con creces, de la manera que quería. Estoy feliz, aunque me voy con emociones encontradas, porque física y futbolísticamente me siento bien”.
“Hicimos 52 puntos, somos terceros, De esta antepenúltimos a estar terceros no es para menos, la gente tiene que estar tranquila”, cerró.