El duelo de chilenos lo ganó con creces Felipe Mora. Nicolás Castillo tuvo un magro desempeño durante el clásico entre Pumas y América. Recién su segundo partido con las Águilas y ya tenía que enfrentar a su ex equipo. Por supuesto, la gente que repletó el estadio no le perdonó la traición y lo pifió cada vez que tocó el balón. Al final celebraron en su cara la victoria universitaria por 1-0.
No obstante, el problema fue precisamente que Castillo le dio pocas oportunidades a su antigua hinchada para que lo abuchearan. A los 2' robó un balón cerca del área y a los 6' sirvió un peligroso tiro libre. Nada más. Pumas se adueño del partido. Acaso motivados por la presencia de Castillo, por los más de cuatro años sin victorias como locales frente al archirrival, o simplemente por tratarse del América; lo cierto es que el cuadro felino arrasó en despliegue y ocasiones de gol.
El otrora ariete de la U participaba constantemente del ataque local. Siempre de espalda al arco, pivoteaba con claridad hacia los costados para continuar la jugada. Cuando era necesario aplicaba la pausa. No tuvo claridad frente al arco y su única jugada de gol llegó en los 70', cuando un cabezazo suyo fue detenido de manera espectacular por el portero.
Castillo se sumía en la soledad absoluta. Nunca le llegaron balones y en ocasiones debió bajar hasta la mitad de cancha para luchar por uno. A los 32' cometió falta y el bullicio en su contra volvió a sentirse. El primer tiempo finalizaba 0-0, pero con Pumas siendo ampliamente superiores.
No tuvo que pasar mucho del complemento para que se hiciera efectiva esa ventaja. Carlos González conectó un testazo imparable a los 48' tras un córner. Quien no alcanzó a despejarla fue precisamente Castillo, cuyo salto quedó corto.
Pese al gol, el cuadro universitario continuó con el dominio. Castillo permanecía inmerso en el aislamiento. Renato, uno de sus compañeros, erró una jugada y provocó un contragolpe que casi les costó el 2-0. Mora lo tuvo, pero su remate fue interceptado.
El ingreso del joven Benedetti le dio más claridad al ataque del América. A los 74' el ex delantero de la UC dejó pasar un balón para que Valdés definiera en área chica, pero el jugador malogró lo que era el empate. Tres minutos más tarde Mora volvió a tener el 2-0 de la tranquilidad, pero el portero tapó increíblemente.
Intrascendente Castillo en su regreso a la ancha del Ciudad Universitaria. No gravitó. Tampoco tuvo una sola jugada clara de gol. Por otro lado, Felipe Mora, que jugó hasta los 80', brilló en su despliegue por todo el frente de ataque.