Sebastián Moreno asume la presidencia de la ANFP en medio de una situación tormentosa. Por eso, su primera intervención es una invitación a la unidad. "No puedo empezar este discurso sin antes hacer un llamado a la unidad. Quiero invitarlos a todos a confiar. Somos una administración ordenada y estable", enfatiza.

Las dudas respecto de la validez de su elección como timonel del fútbol chileno y la expulsión de Barnechea por recurrir a la justicia ordinaria para denunciar la participación de los nortinos, descendidos a Segunda División, en los comicios enrarecieron su asunción.  "Existe una sede arbitral para discutir los problemas internos. Los clubes se arriesgan a sanciones y, más allá de eso, el fútbol chileno se arriesga a sanciones. Por eso hay que ser cuidadoso", dice para justificar la desafiliación de los huaicocheros.

En el mismo contexto, defendió la validez del proceso que lo transformó en la máxima autoridad del fútbol nacional. "Lo más importante es tener sentido de responsabilidad en las argumentaciones que se pudiesen plantear para plantear vicios de nulidad en una elección que fue validada por todos los clubes. Ha habido un tribunal que habla del licenciamiento, de no recurrir a los tribunales ordinarios. Barnechea tiene una instancia de apelación", sostiene.