La pandemia trajo una crisis profunda a Chile y al mundo en general. El fútbol, como casi todas las actividades del país, fue duramente golpeado por la inactividad. Y varios clubes, muchos de los cuales ya venían mal de antes, por el estallido social, simplemente quedaron en la UTI. En medio de ese escenario de alarma roja, Colo Colo, el cuadro más poderoso del balompié criollo, tomó la medida más radical de todas: enviar a su plantilla completa al Seguro de Cesantía, acogiéndose a la Ley de Protección al Empleo. Una decisión que provocó el quiebre entre los jugadores y la dirigencia. Entre Esteban Paredes, el capitán, y Aníbal Mosa, el presidente y amigo del goleador.
Volvieron los entrenamientos, sin embargo. Y con ello, los futbolistas retomaron sus contratos y salarios. El ambiente cambió, las quejas candentes se apaciguaron, pero la paz nunca se firmó totalmente. El escenario, eso sí, podría cambiar en los próximos días, después de un directorio extraordinario al que citó Mosa para este martes, que tendrá como único punto a tratar la “situación económica del plantel”.
Un titular muy general, que conlleva una movida del mandamás de Blanco y Negro en relación a casos de los jugadores más emblemáticos del Cacique. Se trata de una compensación para algunas figuras de la plantilla, que en total involucra un gasto cercano a los $ 550 millones. Algo del tema ya adelantó el propio Mosa en el encendido directorio del miércoles pasado, donde se rechazó la condición de vicepresidente ejecutivo de Harold Mayne-Nicholls y, por ende, se eliminó su salario de $ 8 millones.
Lo que propone el timonel albo es reponer parte del sueldo que no recibieron algunos jugadores entre abril, mayo, junio y la mitad de julio. Beneficio que solo les corresponde a quienes tengan dos tipos de contrato con la concesionaria: uno por salario y otro por derecho de imagen. También corre para las figuras que incluyeron la cesión de su pase en parte del sueldo que reciben mensualmente. La fórmula de pago deberá ser discutida en la cita. Una opción es el pago inmediato o la otra es hacerlo a comienzos del próximo año.
Los integrantes del plantel que recibirían esta compensación son: Esteban Paredes, Matías Zaldivia, Nicolás Blandi, Carlos Carmona, Juan Manuel Insaurralde y Pablo Mouche. En el caso de los dos últimos, su devolución será por las cuotas de su pase que se traducen en salario. El resto tiene contrato de imagen con la institución. Casi todos, además, deben negociar su continuidad en diciembre.
La mayoría de este grupo participó en las infructuosas negociaciones que llevaron adelante los jugadores con ByN, representado por Mayne-Nicholls. Conversaciones para evitar la suspensión laboral a cambio de un recorte salarial que nunca se pudo acordar. En los días de mayor tensión, Paredes dijo sobre Harold: “Hay gente que llegó hace seis meses y se cree dueña de Colo Colo”. Con el paso de las semanas, eso sí, el artillero histórico de Primera División reconoció que le ofrecería disculpas al ahora exejecutivo de la concesionaria.
El mismo Paredes, en una entrevista publicada por La Tercera el 4 de julio, se refirió a la relación con la dirigencia y específicamente con Aníbal Mosa. “Veremos si la relación con ByN se hace más fuerte o se quiebra definitivamente”, comentó. Y sobre el presidente, agregó: “Él defiende la suya y nosotros, como plantel, la nuestra. Se va tener que hablar en su momento, se van a tener que decir las cosas como son”.
Hoy el grupo ya trabaja en el Monumental, gracias a los permisos especiales entregados por el gobierno. Colo Colo se ahorró cerca de 500 millones de pesos mensuales, que es el costo de la plantilla profesional. En total, más de $ 1.600 millones por los tres meses y medio que los jugadores estuvieron en la AFC. Cifras que ayudaron a aliviar unas arcas muy diezmadas, con $ 1.300 millones en pérdidas, según el último estado financiero publicado en abril y una deuda total hasta esa fecha de $ 35.700 millones.
Quizás por eso Mosa y sus asesores consideran que es posible compensar a parte del plantel con $ 500 millones. Una oportunidad de abuenarse con los pesos pesados tras el quiebre de la cesantía. Solo necesita ganar la votación de este martes y, en teoría, tiene la mayoría por un asiento en la mesa que comanda ByN.