Aníbal Mosa partió con el pie izquierdo su nuevo ciclo en la presidencia de Blanco y Negro y lo admitía. La eliminación en la Copa Sudamericana ante Universidad Católica de Ecuador no estaba en los planes de nadie. "Estoy triste, porque teníamos toda la confianza de clasificar en casa, con nuestra gente. Hay que dar vuelta la pagina ante La Calera. Es un golpe fuerte en lo deportivo. Si bien hay temas importantes en lo económico también. Teníamos confianza en avanzar, el equipo para hacerlo. Hay que seguir trabajando y concentrarse en lo nacional", apuntó el empresario puertomontino.
Eso sí, estableció con claridad que el fracaso internacional no altera los planes que tiene para el club ni pone en duda a Mario Salas ni Marcelo Espina, técnico y director deportivo la entidad de Macul. "El escenario no cambia en nada. Nos hubiese gustado avanzar, pero tenemos que seguir trabakando. Estamos a cinco puntos y vamos a trabajar para alcanzar al puntero", dijo inicialmente. "Ellos cuentan con toda la confianza del directorio. Nos hubiese gustado avanzar, pero esto no cambia en nada el trabajo que está haciendo Mario", insistió más tarde. "Mi opinión se la daré a Mario y a los jugadores adentro. Esto no cambia el apoyo a Mario y mucho menos a Marcelo", reiteró.
También estableció la obligación para el resto de la temporada. "Hay que tratar de campeonar y clasificar a la Copa Libertadores. Tenemos el plante", manifestó.
"Estas coas suceden en el fútbol. Tenemos una revancha el fin de semana, con Calera, un equipo que está encumbrado en la tabla. Siempre hay miradas diferentes. Siento que los muchachos hicieron todo lo que se pudo. Entraron profesionalmente como lo hacen siempre y nos ganaron", resumió.
"Me hubiese gustado llegar en otro contexto, pero nos vamos a levantar. Este es un equipo con muchos profesionales. Estamos dolidos, claro que sí", admitió en relación a una eliminación que golpea duramente el inicio de su segunda gestión en el club popular.