Llega abril y se vuelve a desatar la guerra en Colo Colo. Ya es una dinámica anual. Durante la última semana, Eduardo Loyola renunció a su puesto en el directorio de Blanco y Negro, por lo que nuevamente se deberá elegir presidente en la concesionaria. El directivo, parte del bloque encabezado por Aníbal Mosa, reconoció los motivos. “Mi compromiso con Aníbal era por un año. Se cumplió el plazo y yo di un paso al costado. Siempre estaré disponible para ayudar a una mejor gobernanza del club”, señaló a El Deportivo.
En la sociedad anónima que controla los destinos del Cacique basta con que un director presente su renuncia para que se llame a una Junta de Accionistas y se tenga que votar. Desde el bando del empresario puertomontino han utilizado ese recurso en más de una oportunidad. Hace un año era Fernando Arab quien salía voluntariamente de la institución. Para los albos se ha vuelto una costumbre que ningún presidente logre completar los tres años que le corresponden por mandato.
Desde la salida de Arturo Salah de la cabeza de ByN, hace nueve temporadas, Colo Colo ha cambiado cinco veces de líder. Entre 2015 y 2018 estuvo Mosa, en su primer período, luego asumió Gabriel Ruiz-Tagle (2018-19), quien también había estado entre 2007 y 2010, después volvió el nacido en Qamishli (2019-21), que comandó en el complicado momento en que el Cacique peleó el descenso. Eso fue clave en la llegada de Edmundo Valladares (2021-22). Sin embargo, el periodista salió tras un año y asumió Alfredo Stöhwing.
Cuando el ingeniero comercial llegó al poder, lo hizo con los votos del bloque Mosa. No obstante, desde entonces, el empresario criado en Puerto Montt se ha mostrado como un opositor a su forma de guiar el club. “No conoce la industria, él está conociendo ahora recién. Esperemos que se adapte rápidamente y entienda lo que es Colo Colo”, decía Aníbal Mosa a mediados de 2022, cuando recién reaparecía en la luz pública. Desde entonces, el fuego cruzado no se ha detenido, llegando a su punto más álgido este fin de semana. El sábado, Stöhwing se mostró visiblemente molesto por la renuncia de Loyola.
“Cualquier persona tiene el derecho de aspirar a la presidencia, pero a mí me parece que Aníbal no tiene el apoyo histórico para hacerlo. Claramente Mosa no está en condiciones de gobernar el club. Eduardo Loyola era un director de Aníbal Mosa, que se presta para renunciar y continuar el show que hacen todos los años, pensando solamente en cuestiones personales. Tiene una sed de poder absolutamente insaciable, aunque sea perjudicando al club”, disparó, en la antesala del triunfo albo sobre Everton.
“Yo llegué a Colo Colo motivado por la crisis en que estaba el club producto de la administración de Aníbal Mosa. Todavía estamos pagando, sin poder contratar y hacer todas las cosas que quisiéramos hacer, por las pérdidas irracionales que tuvimos en su período. Además nos llevó a estar a un gol de la Primera B”, señaló el ingeniero comercial.
El rol clave del Club Social y el factor Vidal
El 26 de abril será el día clave en que Aníbal Mosa buscará retomar la presidencia de Blanco y Negro. El directorio cuenta con nueve asientos. De ellos, tres pertenecen a su bloque (su sobrino Aziz Mosa y Eduardo Loyola), cuatro al de Vial, Ruiz Tagle y Stöhwing, representados por el presidente, Carlos Cortés, Ángel Maulén y Diego González. Mientras que el Club Social y Deportivo Colo Colo tiene dos representantes (Matías Camacho y Alejandro Droguett). Estos dos votos son los claves. El año pasado se decantaron por darle continuidad al actual presidente.
Pero en 12 meses el panorama ha cambiado. Tras perder terreno en la lucha por el título del Campeonato Nacional 2023, Stöhwing dijo que era improbable conseguir el título siempre. Algo que fue rebatido por Camacho, lanzando dardos al presidente por el que votó en abril pasado. “En Colo Colo ganar y ser campeón es una obligación y si alguien no entiende esto, no sabe lo que significa y la importancia de nuestra institución. Este ha sido un mal año en lo deportivo, tuvimos una participación internacional desastrosa”, declaró.
Desde el lado del actual presidente están molestos con la nueva arremetida de Mosa. En la interna aseguran que han mantenido a gente en cargos que fueron asignados por el empresario puertomontino, con el afán de darle estabilidad a Colo Colo. También apuntan a que las elecciones constantes afectan a la credibilidad ante instituciones financieras y proyectos que puedan quedar truncados, especialmente como la ansiada renovación del Monumental, donde también se ha recurrido a entidades internacionales para empezar a materializar el proyecto.
Pero hay otra carta que puede ser clave en el juego: la llegada de Arturo Vidal a Colo Colo, que fue más complicada de lo esperado. A inicios de año, un sector de la directiva, concretamente el denominado “Bloque Vial”, no tenían la seguridad de fichar al volante. Ahí se erigió como una figura clave Aníbal Mosa. De hecho, el propio mediocampista lo reconoció en su presentación. “Le tengo que agradecer mucho al capo Mosa, por todo lo que me ayudó y hablamos estos días”, aseveró el King.
El rol que el expresidente de Blanco y Negro jugó en la llegada del Rey puede ser un elemento fundamental a la hora de dirimir los votos del Club Social y Deportivo. Esto porque en ese momento, los directores de esta entidad se inclinaron hacia el “Bloque Mosa”. A fin de mes, el empresario espera contar nuevamente con ese apoyo, pese a que en varios directorios ha tenidos duros intercambios con los representantes de la corporación, mientras en el oficialismo creen que prepara un “ofertón” para intentar conseguir esos esquivos votos.