Aunque faltan más de tres años y medio para el inicio de los Juegos Panamericanos de Santiago, el coronavirus es una preocupación. O más bien, podría serlo. Los presupuestos no se han tocado y los procesos de licitación siguen en pie, por lo que no se vislumbran problemas, pero sí tal vez un cambio de visión de cara al evento.
“La crisis del coronavirus no debería afectarnos en nada”, decía hace unos días el presidente del Comité Olímpico de Chile, Miguel Ángel Mujica, una visión que desde el COCh mantienen hasta ahora, pues los planes de los deportistas aún no han puesto sus miras en Santiago 2023, sino en el aplazado período olímpico que ahora aterrizará en Tokio en julio de 2021.
Sí es tema el Covid-19 en la organización de la cita de octubre de 2023. Felipe de Pablo, desde diciembre director ejecutivo de Santiago 2023, comenta que “es apresurado en términos prácticos dar una definición a tres años y medio de los Juegos. El Presidente de la República a través de la ministra Cecilia Pérez, presidenta del directorio, nos informó que no habrá cambios en los aportes económicos para este año, que en lo nuestros es básicamente administrativo, y eso que después del 18 de octubre se ajustaron todos los presupuestos, incluyendo los de la Corporación. No digo ‘garantizó’, por circunstancias obvias, los presupuestos se ven año a año y seré el primero en dar una mano si hay que darla, porque esto (la pandemia) es un problema de todos”.
Tampoco hay modificaciones en los planes de la corporación. A lo más, las comisiones técnicas de cada país que visitan las sedes dos o tres veces al año van a tener que aplazar los recorridos por los recintos, pero eso no involucra problema por ahora.
No hay cambios obligatorios, pero De Pablo agrega que las últimas crisis, las de octubre y ahora el coronavirus, podrían “hacernos reinventar cosas o abrir la mirada respecto de qué queremos entregar en tres años y medio más. Ver si será posible abrirnos a otras ciudades, que el legado no sea solo infraestructura. Es impensado tener las mismas definiciones o políticas de los Juegos respecto de lo que lo rodea que las que teníamos antes de octubre. Queremos identificar lo más emotivo y ojalá pudiésemos contagiar a la comunidad, porque si no hay una Copa América de por medio o una medalla, es difícil que nos alineemos. Antes éramos de darnos la mano y un abrazo, extraño eso. Tal vez el nuevo gran símbolo sea un abrazo”.
Desde la División de Infraestructura del Ministerio del Deporte señalan que hasta ahora la crisis por el coronavirus no afecta los proyectos. El 13 de marzo se publicó en el Diario Oficial y en Mercado Público la licitación del Parque Deportivo del Estadio Nacional y el período de licitación es de dos meses. La visita en terreno propia de toda licitación debería hacerse el 8 y 13 de abril, tal vez ese trámite se retrase. “Se está evaluando si se posterga o se hace tomando los resguardos, para que las empresas puedan participar. Pero no es obligatoria. Si el contexto nacional cambia, si vemos el 13 de mayo aún con una situación compleja de salud que nos impidiera iniciar las obras y hay que aumentar un poco algún plazo, se haría, pero ahora las empresas están en período de estudiar la oferta, el presupuesto, los planos, nada más.”, explica Ernesto Urdangarín, jefe de esa División.
El funcionario explica que la cuarentena no producirá retrasos y que había trabajo hecho desde el año pasado y a principios de este 2020. “En este minuto estamos adelantados en el programa, eso nos sirvió para tener un margen. Esto fue expuesto en el Comité Ejecutivo de Panam Sports en Puerto Rico y nos felicitaron”, agrega Urdangarín.
Ni siquiera han comenzado las licitaciones de los recintos específicos, los primeros serán a mediados de mayo, así que esas obras no se verían afectadas, lo mismo que la Villa Panamericana, cuyas obras comenzarán a mediados de 2021.