"El club más influyente de los últimos 50 años". Así, sin más ni menos, la siempre mesurada cadena británica BBC define al Ajax, el equipo holandés que ayer volvió a estar en el tapete mundial, al eliminar, goleada a domicilio incluida, al Real Madrid, en los octavos de final de la Champions League. La denominación no es nueva, lo que ayuda a dimensionarla con más precisión: en ningún caso el club de Amsterdam puede ser motejado de 'aparecido' ni de 'moda' en la alta competencia europea y mundial. Su palmarés, que incluye cuatro Champions, dos Copas Intercontinentales, una Europa League, dos Supercopa de Europa y una Recopa del Viejo Continente, además de 33 títulos de liga a nivel nacional transformarían siquiera el intento en una falta de respeto. El 1-4 con el que terminó el partido en el Santiago Bernabéu parece incluso un recordatorio de los tiempos de mayor gloria del club, que incluso evocó al 14 que marcó la carrera de Johan Cruyff, su máximo ídolo histórico, para relacionarlo con el éxito reciente, el mayor batacazo del último tiempo en el fútbol mundial.
El Ajax no es solo un club de fútbol exitoso. Si llegó a serlo fue precisamente como consecuencia de un estilo que se transformó en una escuela que ha producido cientos de estrellas para el fútbol mundial y que ha influido en una alta cantidad de técnicos en todo el planeta. Un sello que le ha permitido reinventarse en el éxito a pesar de la partida permanente de sus figuras. Una escuela que nació a mediados de los 60, cuando en la banca se sentó Rinus Michels. Lo de sentarse es un decir. Con su llegada comenzó una completa transformación y la implantación de un concepto que produciría uno de los cambios más significativos en este deporte: el Fútbol Total.
La reducción de la teoría, que no tardó convertirse en un modelo con ejecución perfecta, describe al Fútbol Total como la capacidad que debe tener cualquier jugador que esté en la cancha para asumir cualquier rol dentro de ella en un momento determinado del partido. En materia táctica, al Ajax se le señala como el primer cultor del 4-3-3, un modelo que no solo le permitió coronarse tres veces consecutivas en la Copa de Europa entre 1971 y 1973, además de servirle de base a la Naranja Mecánica, la selección holandesa que más ha deslumbrado al mundo, sino que fue adoptado luego por el Barcelona. El modelo privilegia la posesión del balón y, a través de ella, el fútbol eminentemente ofensivo.
Michels, de hecho, llega al club catalán en 1973 junto a Johan Cruyff, el máximo ídolo histórico del Ajax, quien participó en la consecución de los tres títulos continentales de esa época dorada. El Barça volvió a ser campeón después de 14 años, aunque la trascendencia de la dupla fue mucho mayor. A partir de su influencia, los culés generaron el estilo que les ha valido los elogios del mundo entero. Como técnico, Cruyff alcanzó el mismo brillo: ganó cuatro ligas españolas seguidas y le dio al Barça su primera Copa de Europa, en 1992. El Ajax no volvió a figurar en Europa hasta que Cruyff se sentó en la banca y comandó una generación que integraban Marco van Basten, Frank Rijkaard y Denis Bergkamp.
Los noventa y las primeras dos décadas de los 2000 marcaron el declive del Ajax a nivel internacional, apenas disimulado por los éxitos locales, que se mantuvieron y se tradujeron en seis ligas, cuatro copas y cinco supercopas. Los cuartos de final en 2002-03 fueron la fase más alta que alcanzó el club en la Champions. Y la final de la Europa League en 2016-17, con un plantel plagado de jóvenes figuras, con Peter Bosz, actual técnico de Charles Aránguiz en el Leverkusen en la banca, fueron algunos de los intentos por reaparecer en las grandes instancias. El Manchester United frenó el arresto, pero la semilla estaba a punto de germinar. El Real Madrid se atragantó con los nuevos frutos.