Mucho nervio en el norte

Ciampichetti

La UC se juega buena parte de su opción al título frente a Antofagasta, que no pretende bajar los brazos.



La UC tiene una nueva oportunidad para acercarse al título. A falta de tres partidos para finalizar la competencia, los cruzados salen hoy a jugar con Antofagasta buscando un triunfo que los dejaría cinco puntos por delante de su escolta, la Universidad de Concepción, con solo seis unidades en disputa. A la espera, eso sí, de lo que haga la Universidad de Chile, que completará la antepenúltima fecha la próxima semana, frente a San Luis.

Los cruzados, pese a su irregular andar en la segunda rueda (cinco triunfos, cinco empates y dos derrotas), se han mantenido al tope de la tabla y conservan, por tanto, la primera opción de hacerse con el título de campeón. No obstante, enfrentan el compromiso de esta jornada con todas las dudas que quedaron después de la inapelable caída de la semana pasada ante la U, en el clásico universitario.

Antofagasta, en tanto, busca redimirse del bajón futbolístico que ha evidenciado y que les ha impedido meterse de lleno en la lucha por la corona. Sin triunfos en los últimos tres encuentros, los nortinos fueron incapaces de dar el salto definitivo hacia la punta del torneo y, en el choque de esta tarde, buscarán expiar sus culpas en un último intento por entrar en la discusión real por el primer lugar.

"Hemos sufrido por dejar pasar buenas oportunidades, pero son cosas que ocurren a veces. Contra la Católica esperamos recuperar la senda", aseguró el delantero nortino Flavio Ciampichetti, consciente de que los seis puntos que los distancian de la cima podrían ser muchos menos. "No hay nada definido todavía. Nosotros tenemos la ilusión intacta. Los últimos partidos ya quedaron atrás y, ahora, nuestra idea es terminar lo más arriba que se pueda", añadió el ariete, advirtiendo que no se conforman con ya haber asegurado un cupo en un torneo internacional para 2019. Por ello, insiste, van a batallar hasta el final: "Nadie nos quita la ilusión".

Los cruzados, por su parte, no tienen margen de error. Otro tropiezo podría complicarles demasiado el panorama. Por eso, para ellos la de este domingo será, también, una prueba de carácter. Para demostrar que pueden romper la mala racha como forastero (el último triunfo en esa condición fue en abril) y para exhibir, ahora sí, pasta de campeón. La tensión y los nervios aumentan, pues en el Calvo y Bascuñán está en juego buena parte del curso final del campeonato nacional.

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