Muere el montañista Sergi Mingote: escalaba el K2 con el chileno Juan Pablo Mohr

Sergi Mingote, en una imagen de archivo.

El español descendía desde campo 3 al campamento base cuando pisó en falso y se desbarrancó, cayendo casi 700 metros. Mohr llegó al lugar estuvo con él durante sus últimos momentos con vida.



El montañismo mundial está de luto. Este sábado falleció el escalador español Sergi Mingote tras sufrir una caída en el monte K2 (8.611 msnm), la segunda montaña más alta del mundo y uno de las más mortíferas, mientras descendía desde el campo 1 al campo base avanzado. Lo acompañaba el chileno Juan Pablo Mohr —primer montañista en coronar el Everest y Lhotse sin oxígeno suplementario—, quien estuvo con él durante sus últimos momentos con vida.

Mingote colideraba la expedición organizada por la agencia Seven Summit Treks que buscaba completar un desafío que hasta ahora se le había hecho imposible a la humanidad: coronar la cima del K2 en invierno. Para ello, el catalán reunió a los mejores escaladores del mundo, entre ellos Juan Pablo Mohr. “Es una oportunidad súper grande. Me dijeron que quería que formara parte porque en el Himalaya había demostrado andar muy fuerte en altura, entonces quieren que vaya a ayudar en temas de logística. Es un proyecto emblemático para el mundo, porque no se ha logrado jamás”, comentaba Mohr a La Tercera en noviembre pasado. Contaría con el auspicio de la CMPC.

En ese contexto ocurrió la tragedia. Este viernes, Mingote y Mohr alcanzaron el C3 Japonés del K2, a 7.350 metros sobre el nivel del mar. La intención de ambos montañistas era coronar la cima sin oxígeno suplementario y para lograrlo se necesitan varias rondas de aclimatación. Esta era una de ellas. Junto con preparar su cuerpo para las máximas alturas también iban allanando el camino con los elementos necesarios de supervivencia: carpas, gas, sacos de dormir y comida.

Habiendo alcanzado el C3, ambos escaladores descansaron y durmieron. Por un momento contemplaron la posibilidad de llegar al C4 y atacar cumbre con un grupo de 10 montañistas nepalíes. Sin embargo, el cansancio de Mingote, sumado al desafío de no usar oxígeno suplementario, los hizo regirse al plan inicial. Los 10 montañistas nepalíes alcanzaron la cumbre del K2 y se convirtieron en las primeras personas en la historia en hacerlo en invierno.

A eso de las 07.00 de este sábado (hora chilena) ocurrió el fatídico accidente. Mohr y Mingote se dirigían desde el C3 al campo base tras pasar la noche aclimatando. A la altura del C1, y debido a su fatiga, Mingote pisó en falso y se desbarrancó. Los datos de su Racetracker son decidores: a las 07:19 se recibió su señal desde 5.935 metros, por debajo del C1 y las 7:29 (10 minutos más tarde) a 5.296 metros, 639 metros más abajo, al lado del campo base avanzado. El GPS Garmin de Mohr sitúa al chileno en el lugar a las 07:53 hrs.

639 metros de caída que dejaron su cuerpo totalmente destrozado. No obstante, la dura caída no le quitó la vida de inmediato. Al llegar, Mohr lo encontró con pulso y varias fracturas, principalmente en sus piernas. Mohr logró comunicarse con Nicolás Mena, médico chileno integrante de la expedición, para activar el rescate. Mena preguntó si Mingote respiraba con dificultad, a lo cual el escalador respondió afirmativamente. La llamada se cortó y tras reanudarse, Mena pidió que le tomara el pulso, el cual había desaparecido.

Desde el Campo Base Avanzando llegaron Alex Gavan, Tamara Lunger, Magdalena Gorzkowska y Oswaldo Oliveira. Poco se pudo hacer. Debido a la hora local (16.00 hrs. aproximadamente) los helicópteros no pudieron utilizarse, por lo cual su cuerpo fue trasladado al campamento base.

“Lo siento, chicos. Cayó de C1 a CBA, parece que no murió en el acto, pero no ha logrado sobrevivir a las heridas. Mañana por la mañana, en principio va a ser evacuado en helicóptero. Lo siento mucho”, señaló con voz entrecortada Carlos Garranzo, mejor amigo de Mingote, a través de un audio.

Aún no se sabe la decisión que Mohr tomará con respecto a la travesía. Si la suspenderá debido al dolor de perder a un gran amigo —y compañero de cordada en incontables aventuras—, o si la llevará a cabo en su nombre.

Comenta

Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.