Muere Chester Williams, símbolo contra el racismo
El wing fue el único jugador negro en la Sudáfrica campeona del Mundial 95, el más político de la historia, carácter reflejado en el libro El Factor Humano y el filme Invictus. Falleció ayer, a los 49 años; el quinto de aquellos Springboks que parte prematuramente.
"Recuerdo cuando teníamos que jugar contra blancos; nosotros teníamos que cambiarnos en el bus, porque los vestuarios eran solo para los blancos. El tercer tiempo también era solo para los blancos".
La cita es de Chester Williams, campeón del mundo de rugby 1995 con la selección sudafricana, en una entrevista de hace un par de años para ESPN. Era el único negro de aquel quince y el tercero que se había puesto la camiseta Verde y Oro en toda la historia. El wing nunca olvidó todo lo que debió luchar para tener un espacio en la escuadra nacional cuando el sistema de estricta segregación racial -Apartheid- vivía sus últimos años.
Pero lo logró y fue un aporte verdadero para los Springboks. Ayer, con apenas 49 años, murió en Ciudad del Cabo debido a una crisis cardíaca.
Williams era un ala pequeño (1,74 metros y 84 kilos), pero su explosividad y talento para eludir lo hacían casi indetenible. En 1995, sin embargo, todos aquellos que cumplían esa función palidecían ante el gigante Jonah Lomu. Y Chester no era la excepción, aunque era tratado como un símbolo de la Nación Arcoiris por parte de Nelson Mandela, el líder de una Sudáfrica que aprendía a ser diversa. Y también respondía al eslogan adoptado por los Springboks: Una nación, un equipo.
Su imagen, además, estaba pintada hasta en el fuselaje del avión que transportaba al quince que dirigía Kitch Christie y que se impuso en la final ante los All Blacks de Lomu por 15-12, en tiempo extra, con un drop de Joel Stransky y sin que se anotaran tries.
Williams diría luego que "yo estaba bajo mucha presión, no podía fallar (...). Y cuando me lesioné, se dijo que no iba a jugar más, pero me recuperé y logré jugar en cuartos de final... Y anoté cuatro tries ante Samoa".
Williams es el quinto fallecido entre los protagonistas sudafricanos de aquella final, todos a una edad temprana: el coach Christie (en 1998, con 58 años), Ruben Kruger (en 2010, con 39), Joost van der Westhuizen (en 2017, con 45) y James Small (hace menos de dos meses, con 50).
Dolor colectivo
Miles han sido las condolencias por la muerte de Chester, desde aquellas de los hinchas anónimos hasta las más formales de las federaciones nacionales de rugby. Y algunas mucho más personales, como la del ex lock Kobus Wiese, en Twitter: "La muerte de Chester Williams ha sido un inmenso golpe para la familia del rugby y para nuestro país. Jugador talentoso, hombre de familia, amado por la comunidad; nuestros corazones están sangrando, Mooi loop my broer ("Buen viaje, hermano", está última frase en afrikaans en el original)".
Wiese - un gigante de 1,99 y 125 k- fue uno de los más cercanos a Williams antes, durante y después de la Copa del Mundo. Ambos figuraron entre los jugadores más destacados en el libro El factor humano, del periodista hispano-británico John Carlin. y también en el filme al que dio origen: Invictus, estelarizado por Morgan Freeman y Matt Damon, y dirigido por Clint Eastwood. Dos obras que narraron aquella legendaria Copa del Mundo.
"Tengo el corazón roto al oír que Chester ha muerto. inspirador y más grande que la vida en muchas maneras. Mis condolencias para Maria y los chicos", tuiteó Bryan Habana, wing campeón del mundo en 2007. En el mismo tono, J. P. Pietersen, el ala del costado opuesto al de Habana en Francia 2007. "Mi héroe de la infancia. Todavía no puedo creerlo... Partir tan pronto".
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