Muere un trabajador en la construcción de estadio para el Mundial de Arabia Saudita 2034

Falleció Muhammad Arshad, el capataz a cargo de la construcción del estadio Aramco, en Al Khobar, uno de los 11 recintos que se están levantando en Arabia Saudita para el Mundial 2034. Se trata de un trabajador migrante, oriundo de Pakistán, que estaba a cargo de la obra. Falleció el 12 de marzo, tras caer desde un nivel superior en el reducto. Este accidente fatal es el primero registrado de un trabajador vinculado a la cita planetaria que se llevará a cabo en Medio Oriente. El hecho se produce tres meses después de que la nación del golfo Pérsico fuera nombrada anfitrión por la FIFA.

Según reportan medios europeos, la situación se dio mientras un grupo de tres maestros realizaba una operación de moldes de hormigón en altura. La plataforma en la que estaba se inclinó y terminó cediendo. Pese a que todos estaban con sistemas anticaídas, el de Arshad no estaba conectado al punto de anclaje. Al caer fue trasladado al hospital con lesiones graves, donde finalmente falleció a causa de las heridas.

“Acabamos de caer del cielo a tierra. Toda la familia está en estado de shock. Esto tendrá un impacto duradero en sus vidas. Los ingresos de Arshad eran su única fuente de sustento. Tendremos que asumir sus gastos de manutención y educación. Intentaremos cubrir sus necesidades”, señaló Muhammad Bashir, el padre del fallecido trabajador.

“Por respeto a la familia de la víctima, se pidió a los trabajadores no compartir imágenes de las consecuencias del trágico accidente en las redes sociales. La seguridad es y sigue siendo nuestra prioridad absoluta. Las autoridades están llevando a cabo una investigación exhaustiva y estamos cooperando plenamente para determinar las circunstancias exactas de esta tragedia”, señalaron desde la compañía Besix Group, una multinacional de construcción belga, cuya filial Six Construct está a cargo de levantar el estadio.

La empresa europea dijo en su momento haber logrado avances en la protecciones de sus trabajadores en todos sus lugares de trabajos. “Nuestra prioridad es garantizar que todos los trabajadores reciban un trato digno y justo”, apuntaron. Hasta ahora no ha existido pronunciamiento de la FIFA.

El nombramiento de Arabia Saudita como sede del Mundial generó críticas por partes de diversas organizaciones de derechos humanos. Amnistía Internacional, Human Rights Watch, la Confederación Sindical Internacional (ITUC) y las organizaciones Sport and Rights Alliance y Football Supporters Europe (FSE) se lanzaron contra la FIFA. Según las entidades, llevar el torneo al país monárquico puede ser perjudicial “para los residentes, los trabajadores migrantes y los aficionados visitantes”.

“Hoy, las pruebas no faltan: trabajadores migrantes explotados y víctimas de racismo, militantes condenados a decenas de años de prisión por haberse manifestado pacíficamente, mujeres y personas LGBTQIA+ confrontadas a una discriminación legalizada, o también habitantes expulsados por fuerza para hacer sitio a proyectos de Estado. Es evidente que sin una acción urgente y reformas globales, la Copa del Mundo de 2034 quedará oscurecida por la represión, la discriminación y la explotación a gran escala”, expusieron en un comunicado.

Steve Cockburn, director de Derechos Laborales y Deporte de Amnistía Internacional, se lanzó contra Gianni Infantino. “Es un impresionante blanqueo del atroz historial del país en cuanto a derechos humanos. No hay compromisos significativos para impedir que se explote a quienes trabajan, se desaloje a la población residente o se detenga a activistas. Al ignorar los claros indicios de riesgos graves para los derechos humanos, es probable que la FIFA deba asumir gran parte de la responsabilidad de las violaciones y abusos que tendrán lugar durante la próxima década”, lanzó.

Un mes antes del nombramiento oficial, la FIFA publicó un informe donde calificaron a Arabia Saudita como “un riesgo medio” en materia de derechos humanos. En esa oportunidad señalaron que el país tiene tiempo por delante para llevar a cabo una serie de reformas.

Pese a esto último, Cockburn comparó aquel estudio con el que se realizó de cara a Qatar 2022: “No es ningún misterio el motivo por el que la FIFA ha mantenido oculto largo tiempo este informe independiente, que concluye claramente que la organización tiene la responsabilidad de garantizar la reparación a cientos de miles de personas que sufrieron abusos en relación con la Copa Mundial de 2022. El informe valida lo que reclamaban las organizaciones de derechos humanos, los sindicatos, las aficiones y ahora incluso el propio subcomité de derechos humanos de la FIFA. Es hora de que rindan cuentas”.