Chile vuelve a sufrir por culpa del público. Si bien el ambiente que generó la presencia de los fanáticos en los últimos duelos de las Eliminatorias fue elogiado por los jugadores, quienes incluso le atribuyeron influencia en el alza de rendimiento del equipo de Martín Lasarte, los excesos en que incurrieron los fanáticos, puntualmente en el partido frente a Brasil, disputado en el estadio Monumental, se transforman ahora en un nuevo dolor de cabeza. Más concretamente, según supo El Deportivo, en materia de sanción: la federación chilena fue multada en 45 mil francos suizos (equivalentes a $ 40 millones) por actos discriminatorios de los aficionados. Además, se verá obligada a reducir el aforo e impedida de ocupar las localidades ubicadas detrás de los arcos en el próximo encuentro como local, ante Ecuador, en noviembre.
Ambos castigos fueron consignados por separado como parte de una determinación adoptada por el Comité Disciplinario de la FIFA.
Campañas infructuosas
De nada sirvieron los llamados y las advertencias que había realizado la ANFP para evitar conductas que ya han sido sancionadas en otros encuentros. De hecho, Chile mantiene el triste récord de ser el país más castigado por el mal comportamiento de los aficionados, una tendencia que se ha repetido en varias de las últimas Eliminatorias. La FIFA considera entre los objetos de sanción las pifias a los himnos y los cánticos de los hinchas en las tribunas que incluyan contenido discriminatorio. De hecho, las manifestaciones incorrectas se repitieron en el partido frente a Paraguay, por lo que se podrían producir nuevos castigos.
En Quilín, la notificación golpeó fuerte, fundamentalmente por los esfuerzos que se habían realizado para evitar ese tipo de comportamientos. Por el momento, el directorio que encabeza Pablo Milad está reuniendo antecedentes para preparar la respectiva apelación, con la esperanza de, al menos, atenuar el castigo. Ambas decisiones implican un fuerte perjuicio económico a la entidad que rige el fútbol chileno en momentos de apreturas económicas.
Existe preocupación, además, por el informe de los veedores respecto al comportamiento del público en San Carlos de Apoquindo, en los triunfos sobre Paraguay y Venezuela, que aún no son conocidos. En el primer caso, no se respetó el himno, se cantaron insultos contra los guaraníes y, además, el jugador Miguel Ángel Almirón acusó el golpe de un proyectil lanzado desde la tribuna. Ante los llaneros, en tanto, hubo invasión de público a la cancha tras el pitazo final. Malos antecedentes para pedir clemencia en la FIFA.