La Copa Mundial de Clubes tiene un nuevo campeón, pero no cambia de continente. En Arabia Saudita, el Manchester City trasladó su dominio en Europa hacia otras latitudes. Los Ciudadanos arrollaron al Fluminense en la final disputada este viernes (4-0), en lo que fue el cierre del actual formato de competencia.
Desde 2025, el torneo tendrá un rediseño, con una ampliación hacia 32 clubes (al estilo de lo que era a nivel selecciones) y con sede en Estados Unidos. Se concretará un viejo anhelo de Gianni Infantino.
A los 40 segundos, Julián Álvarez abrió el marcador anotando de pecho, tras un rebote en un poste. El argentino cumplió en su rol de sustituto de Erling Haaland, la principal ausencia del City. En los 27′, el autogol de Nino estableció el 2-0. En el segundo tiempo, Phil Foden marcó el tercero en los 72′. Cuando el duelo estaba sentenciado, Álvarez hizo el 4-0 definitivo en los 88′.
Un trofeo más para el rico palmarés de Pep Guardiola. Es el primer entrenador en ganar cuatro veces este certamen, y con tres equipos distintos: Barcelona, Bayern Múnich y el City.
Lo concreto es que el Mundial de Clubes se ha convertido en un dolor de cabeza para Conmebol desde la perspectiva de los resultados, cediendo ante sus rivales de la UEFA, que no han tenido inconvenientes en retener la corona para los suyos. Desde hace 11 años que el ganador de la Copa Libertadores no se convierte en el monarca a nivel planetario. Hay que retroceder hasta 2012 para encontrar al último. El Corinthians de Tite venció 1-0 al Chelsea de Rafa Benítez, en Japón, con gol del peruano Paolo Guerrero. Después, el campeón siempre fue europeo.
En este periodo domina España, con cinco títulos del Real Madrid (2014, 2016, 2017, 2018 y 2022) y uno del Barcelona (2015). Luego aparece Inglaterra con tres: Liverpool (2019), Chelsea (2021) y Manchester City (2023). Los restantes son de Alemania, gracias al Bayern Múnich (2013 y 2020).
El hecho de que se haya reemplazado la Copa Intercontinental por el Mundial de Clubes le abrió la puerta a que los representantes de otros continentes entraran en la pelea, lo que ha “perjudicado” principalmente a los sudamericanos. Es cosa de revisar las últimas ediciones de la competición para ver que no siempre la final cumplió con la lógica de poner cara a cara al ganador de la Libertadores con el de la Champions.
En 2013, el Bayern jugó la final con el Raja Casablanca marroquí, que había sacado de carrera al Atlético Mineiro que tenía como estrella a Ronaldinho. Tres años después, el que falló fue Atlético Nacional de Medellín (dirigido por Reinaldo Rueda), derrotado por el Kashima Antlers de Japón en semifinales. Por primera vez, un representante de la AFC (Asia) se metía en la final.
Para 2018, la decepción de Conmebol fue River Plate. El elenco de Marcelo Gallardo había ganado hace muy poco la Copa Libertadores en Madrid, en aquella inolvidable final en el Santiago Bernabéu frente a Boca Juniors. Los Millonarios fueron al Mundial en Emiratos Árabes y cayeron con el Al Ain. Luego, en 2020, fue el turno de Palmeiras. Los brasileños se quedaron en semis y el finalista fue Tigres de México, enfrentando al poderoso Bayern Múnich.
El ejemplo más reciente fue la edición 2022, desarrollada en febrero de este año, cuando Flamengo quedó en el camino ante el Al Hilal de Arabia Saudita. Fue un golpe duro para el Mengao, que contaba con Arturo Vidal y Erick Pulgar.
Las copas por confederación indican una superioridad de Europa sin mayor contrapeso. Contando el triunfo del City sobre los cariocas del Flu, son 16 los títulos de la UEFA, siendo el primero en 2007. La Conmebol suma apenas cuatro coronas: Corinthians en 2000, Sao Paulo en 2005, Internacional de Porto Alegre en 2006 y nuevamente el Timao en 2012.