El Betis celebra. El equipo de Manuel Pellegrini remonta un 2-0 frente al Celta de Vigo y consigue la clasificación a la Europa League. La escuadra andaluza enloquece. En la cancha se abraza efusivamente. La fiesta sigue en el vestuario. Y, ahí, en el sitio más íntimo del que puede disfrutar un futbolista, hay un actor principal: el arquero chileno Claudio Bravo.

El capitán histórico de la Selección es uno de los más entusiastas. Eligió al equipo andaluz para continuar su carrera después de su paso por el Manchester City y la apuesta le termina redituando. Más allá de las ausencias obligadas por los problemas físicos, en Sevilla se le respeta. Su liderazgo trasciende e incluso ha sido destacado por los medios de comunicación. Por eso, apenas termina el duelo frente a los gallegos, el guardameta es uno de los encargados de exteriorizar la felicidad.

Dos posteos en Twitter dan cuenta de la alegría. En ambos, está incluida la expresión Musho, que forma parte de la identidad del club y que es entonada por sus aficionados en todos los encuentros.

Más tarde, Bravo exhibiría una imagen de la celebración en el vestuario que incluye a todo el plantel. En la fotografía, aparece ataviado por una gorra blanca. “Tenemos un plan”, dice en otra expresión que alude al objetivo que se habían planteado al comienzo de temporada. Y luego destaca el sentido colectivo de la plantilla verdiblanca: “Siempre equipo. Hasta el último segundo”.

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