Rafael Nadal quiere volver a competir a lo grande, a la espera de que su físico así se lo permita. El tenista español apuesta a dar vuelta la página de su reciente y temprana eliminación del Masters 1000 de Cincinnati con una nueva corona. De esas que le gustan bastante: las de los Grand Slam. La Fiera apunta a dejar en el olvido lo que fue una opaca presentación retomando su mejor nivel en Estados Unidos, en el cuarto y último major de la disciplina de la temporada.
El nacido en Manacor tuvo un mal desempeño en Ohio, diciéndole adiós al torneo en la segunda ronda, tras caer frente al croata Borna Coric por 6-7, 6-4 y 3-6. Su rendimiento se vio evidentemente afectado por la lesión abdominal que sufrió en el pasado Wimbledon, la cual lo obligó a retirarse en semifinales y de la que aún se encuentra en proceso de recuperación. De todas formas, Nadal quería tener acción de cara a lo que será el US Open, torneo en el que no pierde la esperanza de realizar una gran actuación.
Una vez que finalizó el encuentro en el que el europeo volvió a jugar tras 42 días sin tenis, analizó lo que fue su rendimiento en Cincinnati, lamentando semanas que, sin duda, lo afectaron tanto en el aspecto deportivo como emocional.
“No he jugado mi mejor partido. Es algo que puede pasar después de un tiempo sin competir y que históricamente me ha ocurrido en este torneo”, comenzó diciendo Nadal tras su derrota frente a Coric, en un partido en el que las molestias en su abdomen se notaron a ratos, pese a sus esfuerzos por evitar que estas lo afectaran mientras estaba sobre la cancha.
“Es difícil extraer cosas positivas de una derrota así, aunque conozco este camino. Necesito mejorar, necesito entrenar duro, pero lo prioritario para mí es mantenerme sano. El último mes y medio no ha sido nada sencillo”, complementó la Fiera, en esa misma línea.
Sobre la lesión por la que aún está en un tratamiento, el Gladiador aseguró que esta no le permitió sacar a lucir su mejor versión y que, incluso, lo perjudicó en más de una maniobra: “La cicatriz me hace jugar algo más conservador y estar más errático en los momentos importantes del partido. El desgarro en el abdomen te afecta mucho a la hora de sacar”.
“Hay una línea muy fina entre sentir las molestias típicas, nada preocupantes, que supone tener una cicatriz en el músculo o establecer si ese dolor ocurre porque algo no va bien”, agregó Nadal.
Rafa, eso sí, advirtió que se realizará exámenes luego de su escueta presentación en Ohio. Esto, con el objetivo de verificar que no tenga mayores dificultades de cara a lo que será el US Open. Sabe que no le queda mucho tiempo antes que arranque ese torneo, por lo que debe poner su foco de lleno en prepararse de la mejor forma.
“Voy a hacerme unas pruebas para comprobar que no hay problemas. Me queda una semana y media para llegar a Flushing Meadows y tengo que activar ya el modo Grand Slam”, finalizó el español, quien buscará su cuarta corona en Estados Unidos, tras las conseguidas en 2010, 2013, 2017 y 2019.